El misterio de la muerte de Napoleón 35676b

Un gobernante de puesto cuya muerte está envuelta en el míster una legión de enemigos y encantados de que haya desaparecido sospechas que siguen vigentes después de siglo y medio y un oscuro dentista su hijo impulsado a resolver uno de los mayores misterios de la historia el asesinato de napoleón una parte el misterio del asesinato de napoleón su vida brilló con un esplendor del que el mundo jamás había sido testigo y es dudoso que sea capaz de poder ver otra vez goethe hablando de napoleón fue una de las figuras más carismáticos con las que ha sido agraciada la tierra el glorioso emperador de francia y el temido su favor de euros por todo el mundo y a lo largo de décadas sus leales seguidores han sentido hambre por conocer los detalles de su vida que siempre ha inspirado respeto ni siquiera el amor tenía el paso del tiempo han conseguido desplazar el atractivo que sentido los hombres por y que te suecia mil novecientos cincuenta y cinco el dentista estén ford su wood fue uno de sus fieles un hombre que se sentía en el mundo añorado de napoleón noche tras noche se retiraba su despacho privado para allí devorar historias sobre el emperador en cinco idiomas diferentes una noche de noviembre atacó vehemente un relato de unos testigos que habían sido publicados recientemente sobre los últimos días de napoleón por su wood siempre se había quedado alucinado por la inexplicable enfermedad y la prematura muerte de su héroe a la edad de cincuenta y uno años un espíritu rebelde estén desconfío de la prudencia convencional que identificó el cáncer como causa posible de su muerte no pudo nunca olvidar la nota que napoleón había abandonado a su médico gusto seis días antes de su muerte después de mi muerte quiero que habrá mi cuerpo y que haga un informe preciso de todo le encargó a usted que no se deje ningún detalle sin mirar en dicho examen lego a todas las familias al mando del gobierno el horror y la vergüenza de mis últimos momentos joven a napoleón comprendió que se estaba muriendo pero no creyó ni por un momento que estaba muriendo por causas naturales en mayo de mil ochocientos veintiuno el conquistador más grande desde los tiempos del cesar se había convertido en una trágica lección de humildad y de insolencia exiliado por la corona británica la remota isla de santa elena se consumió víctima de un horrible y desconocida enfermedad a su alrededor permanecieron los sospechosos de un misterio que iba a permanecer sin resolver durante ciento cincuenta años el jefe de los ayudas de cámara marchan el devoto y celoso criado que dormía la vida de suban el conde tristán de montón jefe de la casa cuya abnegada entrega hizo que napoleón le llamara y más fiel y de los fieles el doctor sco a tomarnos el médico corso que al parecer estaba asombrado por los síntomas de su paciencia los informes cada respiración agonizante eran llevados a todos correr a la mansión próxima del gobernador sólo el despreciado jefe de carceleros del emperador durante años lo vi napoleón había librando una guerra psicológica entre los dos en toda europa las cabezas coronadas suspirar van porque llegar a la noticia de que su némesis había dejado de existir recordaban con amargura como sus ejércitos habían conquistado sus tierras y les había destronar en tanto que el viviera podría volver a ocurrir tengo man había un hombre que era extremas hay totalmente peligroso para ellos somos era al que apodaron el que eran ladrón del mundo