Trending Misterio
iVoox
Descargar app Subir
iVoox Podcast & radio
Descargar app gratis
MITOS Y LEYENDAS DE HUELVA
Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva

Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva 6y149

17/5/2025 · 18:58
0
455
0
455
MITOS Y LEYENDAS DE HUELVA

Descripción de Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva 4g4362

Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva Un cúmulo de circunstancias hizo que Miguel Hernández terminara en las cárceles de Rosal de la Frontera y de Huelva. Su leyenda y su lucha contra las adversidades de la vida, aquí le llevaron a la tortura de los golpes por ser acusado de un crimen que no había cometido. 463e31

Lee el podcast de Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

12 y 30 abordamos ahora otra sección, la de mitos y leyendas, con Francisco José Martínez.

Francisco, buenas tardes. Hola, qué tal, buenas tardes. Francisco José Martínez es catedrático de la Universidad de Huelva y colaborador de esta casa, de Canal Sur Radio, en nuestra sección mitos y leyendas. Hoy, por cierto, Francisco, usted nos quiere hablar de una figura sin duda importante, importantísima dentro de la poesía española, Miguel Hernández.

Cuéntenos. Pues sí, hoy vamos a hablar del poeta Miguel Hernández y su relación con la provincia de Huelva, además de algunas de sus leyendas que rodean a su figura. Vamos a hablar de cómo terminó vinculándose a la provincia de Huelva una persona muy especial, porque Miguel Hernández nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela, en Alicante, y él siempre mostró una pasión enorme por la poesía, sobre todo la poesía clásica española, y además tiene una habilidad, una sensibilidad muy especial para componer poesía. Entonces, a pesar de las dificultades económicas de su familia, él desarrolló un gusto exquisito por la poesía, digamos. Él fue el tercer hijo del matrimonio de Miguel Hernández Sánchez y Concepción Gilabert, y era un matrimonio que se dedicaba a la cría de ganado, de cabra.

Entonces, él empezó de pequeño a ir al colegio, como sus hermanos, al colegio de los jesuitas, digamos, del Santo Domingo de Orihuela. Es más, era un niño muy aplicado y entonces los de ese colegio, los jesuitas, le quisieron dar una beca para que él continuara sus estudios de bachillerato, pero su padre dijo que no, que era autoritario, y entonces le dijo que Miguel Hernández tenía que dedicarse a ser pastor de cabra.

Así que lo quitó del colegio y entonces pasó a ser pastor. Es lo mismo que le ha pasado a otros grandes artistas. Antonio León Ortega, nuestro gran escultor, también era lo mismo. Es decir, él empezó a ser escultor mientras que pastoreaba en Ayamonte. Entonces, en este caso, Miguel Hernández, allí en Orihuela, era pastor de cabra y en sus ratos libres fue cuando empezó a componer sus primeros poemas. La formación que tuvo fue totalmente autodidacta, como podemos imaginarnos. Él tuvo la suerte de que allí en Orihuela trabó amistad con Luis Almarcha Hernández, que era el canónico de la catedral de Orihuela y profesor del seminario local. Este hombre le dio libros de San Juan de la Cruz, de los grandes autores del siglo de Obro Español, de clásicos como Virgilio y otros.

Entonces, él le empezó a gustar los asuntos literarios, frecuentaba mucho la biblioteca de la ciudad, creó con otro grupo de jóvenes un grupo literario... En fin, su pasión por la escritura llevó a pensar que tenía que hacer algo. De hecho, él lo que hacía era que lo escribía medio a mano, como podía, porque, repito, él apenas había tenido formación, era pastor, y el canónico de la catedral se lo pasaba a una máquina de escribir. Entonces, ya le aconsejó que tenía que comprarse una máquina para hacer ese trabajo y, bueno, compró una máquina de segunda mano, pero compró una máquina portátil, que ya en aquella época le costó 300 pesetas. Es decir, portátil, ¿por qué? Porque escribía sus poemas mientras que estaba pastoreando. Entonces, la llevaba al hombro, digamos.

Entonces, cada mañana se subía a la Cruz de Muela con el latillo al hombro y la máquina de escribir, donde él componía sus poemas mientras que estaba vigilando a las cabras. Entonces, con tan sólo 20 años, se presentó a un importante concurso literario de la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano y ganó. El poema era Luz, Pájaro, Sol, que era lo que él veía cuando estaba escribiendo su poesía en medio del campo. Entonces, bueno, como se hizo un poco famoso, pues publicó en varias revistas y el 31 de diciembre de 1931 viajó a Madrid, se quería conocer con unos pocos poemas, en fin. Y la verdad es que iba con la intención de trabajar en alguna revista, pero lo cierto es que no tuvo suerte, porque estuvo desde diciembre, desde el 31 de diciembre de 1931 hasta mediados de mayo de 1932.

Es decir, tuvo cuatro meses y medio. Vivía en La Guindalera, en la calle Francisco Navarra del barrio, y allí había una academia que era de un paisano suyo, de Alfredo Serna García, y le dejó que se quedara a dormir en la academia, a cambio de que trabajara de conserje, pero no le daba de comer, y él no tenía ningún ingreso. Así que intentó todo lo que pudo, escribió, sí le sirvió para conocer la generación del 27, aprender mucha teoría de la composición literaria, es decir, él aprovechó el tiempo, pero se tuvo que volver a su pueblo, y allí publicó Perito de Luna, su primer libro, un libro maravilloso. Y bueno, de ese libro también empezó a hacerse famoso, empezó a hacer lecturas de su obra en la Universidad Popular de Cartagena, en el Ateneo de Alicante y en otros lugares.

Comentarios de Miguel Hernández, su sufrimiento en la provincia de Huelva 5o3f5g

Este programa no acepta comentarios anónimos. ¡Regístrate para comentar!