El miedo al mal carta XIII De la valentía que debe tener el sabio , Morales a Lucilio de Séneca 1f5r6x

Hola y bienvenidos a un nuevo capítulo del reto de la verdad.

Toca leer la carta 13 de cartas Alucilio, la primera del segundo libro, que yo voy a titular el miedo al mal, porque empieza con uno de los temas cardinales que nos afectan en el día a día.

Uno de los fallos más habitual que tenemos, que no es en sí tener el miedo al mal, sino el tener demasiado miedo al mal, en imaginarnos el mal cuando no lo hay y temerlo. Si sólo temiéramos lo absolutamente indispensable, pues seríamos unos valientes, que al final es el objetivo, ser valiente pero con medida y no ser un temerario.

Y nos imaginamos el mal con gran prontitud cuando alguien nos induce a ello. Una vez que alguien se ha imaginado algún mal, pues enseguida, en cuanto se lo explica a los demás, los otros le suelen creer. Se empieza sospechando, que quizás sea racional, pero al final es más fácil creérselo que comprobarlo por ti mismo.

Y así, bueno pues hemos visto en la pandemia, por ejemplo, cómo funciona ese miedo irracional. Una vez que unos cuantos se lo creen, ya una vez que haya excusa de que te digan que es un experto, es la ciencia, es el médico, que puede decir que tener mascarilla respiras igual que con ella que sin ella y que te lo creas. Algo tan absurdo, ¿no? Y todo teniendo en cuenta que nadie hemos visto un virus y que por lo tanto en mi opinión es algo imaginario, completamente.

Lo que sí es cierto es que las enfermedades de determinado tipo se pueden transmitir en el aire y bueno y hay agentes que favorecen esa transmisión, que ahora mismo lo llamamos virus porque la ciencia los ha descubierto, pero que se traspasaban enfermedades por el aire lo sabían desde hace seguramente milenios, por lo menos cientos de años.

Pero nos podemos ir también a la historia de los conflictos bélicos para ver cómo enseguida una pequeña acción que incluso puede estar provocada por el mismo país porque quiere iniciar una guerra, al decir que el país vecino nos quiera atacar, que son malos, pues una vez que se inician las hostilidades todo el mundo tiende a justificar esa defensa, digamos, defensa si el mal estuviera justificado. Pero aunque el mal que te ha provocado el país vecino no esté justificado para en proporción a esa defensa, pues enseguida el país la suele justificar porque no te vas a enfrentar a la opinión común y porque ya supones que esa opinión va a ser común en eso, porque es algo, digamos, de supervivencia.

Lo que pasa en la mayoría de los casos es que no siendo mentira completamente la justificación de que tengamos miedo a algo, sí que se puede utilizar para determinados intereses de las personas que dirigen el país y es que eso es inevitable porque de hecho los mismos miedos son los que hacen que necesitemos un estado y gobernantes, dirigentes, etcétera.