Meditación de la mañana: “Camina hacia lo nuevo y bello, suelta el pesar”, con Elizabeth Gayán. 6t2l1j

Hola, buenos días. Bienvenidos a la meditación de la mañana. Un saludo.

Y qué bonito, ¿no?, amanecer meditando. Sentía, ¿no?, que a veces incluso en este camino espiritual, como todos estamos siguiendo de una manera u otra, pues vemos los contrastes tan grandes, ¿no? Vemos el contraste en el mundo y vemos también el contraste en nosotros. A veces nos sentimos como bastante corrientes y otras veces sentimos que tenemos como muchas cualidades y pasamos por momentos de alegría, por momentos de tristeza.

Y es como que hay ahí una mezcla de diferentes sensaciones, sentimientos, como si fuera una confluencia de muchos factores. Y lo que queremos es como cruzar al lado de la luz, al lado de la felicidad, al lado del bienestar. Y no ser estirados, ¿no?, por la otra orilla que nos recuerda experiencias del pasado, que nos pone en situaciones de pesar.

Y todo depende de nosotros que queremos cruzar al otro lado. Y tenemos que saber cómo, porque uno quiere a veces pero no utiliza el método, o quiere pero no puede, o quiere pero todavía le tira un poquito el otro lado. Y así tenemos que ver de qué manera, pues, nos decidimos ya de una vez por todas a cruzar el puente que nos lleva al otro lado.

Por eso, pues, cada uno de nosotros tenemos que tener la determinación, el coraje de, aunque me cueste, pero está mi felicidad en el otro lado, pues suelta, suelta marras, suelta cuerdas, suelta hilos, suelta enganches, suelta pesares. Y mira lo bonito que te espera allá. Y mirando la meta, mirando el objetivo, mirando la otra orilla, pues seguramente me atraerá y me ayudará a cruzar el puente. Pues, muy bien, vamos a meditar.

Vas adoptando esa postura cómoda, relajada, de meditación, tomando una respiración lenta, profunda, consciente, que te va oxigenando cada célula de tu cuerpo, que va revitalizando cada uno de tus órganos, de tus células. Y te vas llenando de vida, pues desde la cabeza a los pies, llenándolos de una paz profunda, al tiempo que dejas que esa paz y calma vayan entrando en tu mente y aquieten tu mente.

Y te vas colocando en ese espacio sagrado, silencioso, puro, en ese asiento detrás de tus ojos, conectando el interruptor, se enciende la luz del alma, el ser espiritual, que tú eres. Y ve creando un ambiente interno de calma y sosiego, de luminosidad, suavidad, de puro silencio. Imagina ahora por unos momentos, en ese estado consciente y despierto que estás, que vas caminando por un ponte muy largo que atraviesa un río, un ponte muy largo, por el que caminas tranquilo.