Mas De 50 (MD50) T3 -38 6x4j5x

Ve pedaleando que le doy un sorbo al café.

Olé.

Era...

Imaginemos que es un pedal.

Niki niki niki niki, le das a la rueda.

Niki niki.

Pedala, pedala.

O sea, el generador que empieza a arrancar el motor.

Que que que que que que.

La dinamo.

Exacto, la dinamo que empieza a coger fuerza.

Bueno, pues que te iba a contar.

Quizás podíamos empezar como hay que empezar las cosas.

Por el principio.

Por el principio.

Se empiezan siempre por el principio.

Bueno, es igual.

Sí, es igual.

Sí, ¿no? ¿O qué? En la ley en la mayoría de los casos se empieza por el principio.

¿O no? Hola tú.

Mira, ves, es buen principio.

Hola tú.

Pues ya está.

He empezado ahora, ya haz lo que te da la gana.

Y si... saludamos a nuestros oyentes.

Y a los que no son oyentes también, pero no podrán saberlo porque no...

También, porque a lo mejor cualquier día lo son.

Pero entonces, en ese día que sepan que los hemos saludado, será porque ya son oyentes.

Claro.

Queda claro, ¿no? Sí, sí.

Claro.

Y se sentirán orgullosos de ser nuestros oyentes.

Y de que los hemos saludado, además, sin saber que eran ellos.

Yo no te conocía y hoy estás aquí escuchándonos y hoy te digo qué tal, ya era hora que vinieras.

Exacto, exacto.

Eso.

Nos tienes olvidados.

No, es eso.

No, tu vida no era la misma hasta este momento.

No.

Hoy va a cambiar desde hoy.

Sí, desde luego.

Hoy habrá cambiado y qué desesperado debe de estar para oírnos.

Bueno, o quizás se ha dejado llevar por lo mediático, por lo que dice el algoritmo que debe ser correcto.

Y nosotros ni somos correctos ni somos algoritmos.

Más bien idiotas.

No, no.

Solo nos faltaría ser un algoritmo.

Ya sabes que mi algoritmo es bastante idiota, en mi algoritmo suenan canciones cuando la gente dice tonterías, en mi algoritmo aparecen muchas cosas que, por suerte, no se transmiten.

Si no, la mitad de la población se apartaría de mí solo viendo eso.

No, la mente es muy mala, es muy mala.

Sí, y la mía muy cachonda, pero bueno.

La mía no sé cómo está ya, eh, no.

Está muy estropeada.

Ya hace años que yo creo que mi mente ya ha nacido estropeada, ha ido disimulando.

Y con los años sigue.

Disimula, solo disimula.

Ese trozo que veis, como el otro día estaba en el trabajo y vuelvo y estaba pensando en algo, no me digas en qué, y me dice mi compañera que es serio.

Sí, cuando estoy en modo pensar, soy muy serio.

Yo cuando estoy en modo pensar estoy, no sé, ¿no? Como evadida.

Anda, me acabo de sacar un pañuelo de dentro del bolsillo de la chaqueta, que lo lavé con la chaqueta.

Ah, bueno, y eso es de la temporada pasada.

No, no, es de ahora, porque claro, estaba lavando ya todo lo de invierno para ahí, pero no.

Bueno, cuéntame.

Porque hoy no se está haciendo un tiempo, que es una mierda, ¿no? Yo ya es que no quiero ni hablar del tiempo, no se lo merece, se está muy crecidito el tiempo y ya está bien.

Sí, sí, sí, se está subiendo mucho, se está subiendo mucho y no puede ser.

Aunque este fin de semana, mira, ha estado bien porque a la gente que dominguea y que hace estas cosas de abrazar árboles y oler la naturaleza, le ha ido bien porque esta mañana, al menos en Barcelona, ha hecho un día bonito, agradable.

Sí, sí, sí.

Y luego, pues eso.

Y la tarde ahora… Se ha puesto malo ahora.

Sí, allá a las 3, a las 4 de la tarde ha sido cuando se ha puesto así un poco feo.

Pero yo no entiendo esto de abrazar a los árboles.

Yo en mis años mozos abrazaba farolas.

Sí, era como más lógico, era una cuestión de supervivencia, ¿no? Pero dicen que la energía que te transmite la naturaleza, pues ya está.

Yo lo dejo allí, no opino.

Yo es que no me veo abrazado a un árbol diciendo… ¡Llega todo, gabrones! No.

Eso lo veo más que el recibiendo, recibo la energía de este árbol.

Verdad que sí, es más mío.

Es un poco secta, pero bueno, que haya cada uno.

Sí, bueno… Secta.

Sí, yo lo veo secta, no sé cómo lo ves tú.

O sea, de… Yo, flipado.

Imagínate un grupo de gente que queda el domingo por la mañana para ir a oler el bosque y abrazar árboles.

Tú ya la has imaginado… Y empalmamos tú y yo que venimos a abrazar farolas.

Bueno, ahora ya porque lo de las farolas ya no… No, no, se puede salir ya porque dicen que hay mucha… No, pero igualmente es que ya no empalmamos nada, ya lo sabes, es la triste realidad.

Bueno, tú sabrás lo tuyo, yo lo mío tampoco.

O sea, nos conocemos ya de unos cuantos años y sabemos que no empalmamos mucho vivamente.

No, es una lástima.

Ni cables, ni cables.

Es que ni nada.

No, no, ni cables, ni cables.

Que nos daría por pelar el cable que está en la corriente con los dientes.

Nos deja, deja.

Luego vamos con los pelacitos turrufados que parecemos el ese del Regreso al Futuro.

O el del pequeño Frankestein, ¿cómo se llamaba? El… Sí, el Frankestein.

El de los hombros alíos, el… Ah, el Martín Felma.

Ese, ese.

¿Y qué grande era ese, hombre? Es para que no se te olvide.