María Herrera, responsable de enfermería de la Fundación del Lesionado Medular. 312v2q

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Somos Diego. Y Asier, inteligencia no artificial.

¡Arrancamos! Hola a todos y bienvenidos un día más a Todo Incluido.

Buenas, Asier, ¿cómo estamos hoy? Muy buenas, Diego. Muy bien, un poco cansado.

Estoy reventado. ¿Qué hemos hecho el sábado? Sí, bueno, estuvimos ahí jugando al rugby.

¿Qué te ha pasado en la mano? Veo que tienes ahí una marquita. ¿Qué tienes ahí? Pues tengo aquí una tirita.

Por suerte, con una lo he solucionado, porque sí que pensaba que iba a necesitar unas cuantas.

Sí, te queda muy bien la de Hello Kitty.

¿Quién te la ha puesto? ¿Has ido a enfermería o qué? Eso es. Sí, pero no tenían de Hello Kitty, solo tenían de Pokémon.

Entonces me la he llevado yo, la de Hello Kitty.

Y nada, he aprovechado a hablar con María, la coordinadora de enfermería de la Fundación Lesión o Medular, a felicitar a todos esos enfermeros, que hoy el día en el que estamos grabando este programa es el Día de los Enfermeros, y pues aquí tenemos a María, que ha querido venir a hacer este programa con nosotros.

Qué bien, María. ¿Cómo estás? Muy bien, chicos. Muchas gracias por invitarme.

Gracias a ti.

Genial. Pues mira, vamos a empezar así flojito.

Te vamos a preguntar qué es la lesión medular.

Que lo entienda hasta Sierra, incluso.

Uy, es complicado, entonces.

Gracias.

Nada, chicos, pues la lesión medular, así muy sencillo para que la gente lo pueda comprender, como bien dice la palabra, pero es que te lo dice muy bien, es una lesión que se produce en la médula espinal.

O sea, la interrupción que hay de nuestro cerebro, que es el que marca las órdenes.

Tenemos luego, para que lo imaginéis, un tubito que baja de ese cerebro, pues ahí justamente se produce un corte en esa médula y ya no podemos tener esas funciones o esas órdenes que da nuestro cerebro.

O sea, que no pasa la información del cerebro a los brazos o a las piernas realmente.

O a los órganos realmente, porque a veces los órganos se ven afectados también y no tienen la función que deberían tener.

Y entonces, dependiendo un poco de la altura de la lesión, produce unos daños u otros, ¿no? Exactamente.

Vale, pues lo he hasta entendido.

Lo has entendido.

Lo has explicado perfectamente, María.

¿Qué te llevó a ser enfermera? Uy, está muy personal también.

Sí, bueno, es un poco...

Porque normalmente la enfermería yo creo que es vocacional, un poco, es algo de vocación.

No es como si eres, yo qué sé, otro tipo de profesión, sino que realmente como que lo tienes que llevar dentro, ¿no? Desde pequeña o así.

No os creáis que fue así.

Porque realmente, o sea, yo lo que quería ser era profesora.

Ah, vale.

Lo único que sí que mi papá se puso malito.

Anda.

Entonces, ya a raíz de eso, fue como que me cambió un poquito la mentalidad, estuve más en los hospitales, viendo cómo le cuidaban, cómo pasaba todo.

Y fue a raíz de ahí cuando ya en bachillerato hice un clic y dije, pues a lo mejor me tengo que dedicar a esto.

Y acabé siendo enfermera.

Ah, pues qué guay, qué curioso.

Y aparte, bueno, ya como enfermera, aparte te has dedicado en concreto a la lesión medular.

¿Lo has elegido tú o fue un poco de casualidad o así? Pues mi carrera empezó en la cumbre de la lesión medular.

En el primer sitio donde fue Woodman, el primer edificio, el primer hospital hecho a la lesión medular, en el Tocmándevil, en Inglaterra.

El primero fue allí y de hecho fue mi primer trabajo como enfermera.

Mi hermano me hizo las maletas y me dijo, vuela yo, no, no voy a volar, con 23 años no he cogido un avión.

O sea, no había cogido un avión, nunca me iba a Inglaterra, un país con inglés, que yo mi inglés era de calle.

Y allí aterricé en la cumbre de la lesión medular.

Estuve allí trabajando un año y medio y luego cuando me vine a España, en el 2015, vine aquí.

Lo que pasa es que estuve trabajando como enfermera los fines de semana aquí en la fundación.

Y luego, pues ya, todo el recorrido hasta volver otra vez aquí en el 2017, por ahí, más o menos, o 2021, es decir, el 2021.