Manqueo sin pretensiones 37: Especial 4 MHz 481d2o

Bueno, señores, señores, bienvenido a una nueva sesión de Manqueo sin pretensiones, manqueo número 37. Seguro que tiene rima, pero ahora mismo no se me ocurre.

Luego le preguntaremos al experto. Ya sabéis que estamos esta noche por aquí, además con un especial, especial 4 MHz. Vamos a hacerle un homenaje a esto ya histórico de la escena del desarrollo de videojuegos para máquinas clásicas, desde su comienzo con la máquina correcta hasta su desastre de respliego con la máquina equivocada. Eso lo iremos viendo progresivamente a lo largo del ratito que estemos aquí. Ya veremos qué ratito aguantamos.

Yo me sé de uno que está bostezando, me sé de otro que está bostezando y es el que está hablando.

Así que, sin variar mucho más la perdiz, vamos a proceder ya a hacer las presentaciones, porque ahora mire, mire, mire qué bonito, qué bonito. Ahí lo tiene usted todo el equipo por completo. Señoras y señores, ni más ni menos que el equipo de 4 MHz con don Javier García Navarro.

Javier, ¿qué tal? Muy buenas noches. Buenas noches a todas.

¿Llevas pantalones puestos o no? ¿Llevas el pantalón puesto o no? Claro que sí, claro que sí. Se nota que viene a un sitio fino y elegante porque se ha puesto pantalón en vez de ir en plan comando debajo de la huesca.

Señor don Daniel Cervin, muy buenas, ¿qué tal? Buenas, ¿qué tal? ¿Cómo te has dejado cañar por esta gente para venir a este antro de bicis prevención? Pues mira, la verdad es que no lo sé, todavía no lo estoy pensando. ¿Cómo puede ser? Bueno, historias para dormir. Señor don Juan Esteban, ¿qué tal? Que de tiempo no se ha hablado contigo. ¿Cómo estamos? Pues mira, viviendo la vida.

Viviendo la vida, ya se puede decir mucho más de que la mayoría de la gente que está muy aquí, encerrado. Señor don Rafa Cicueta, ¿qué tal? Muy buenas.

Muy buenas a todos. ¿También estás viviendo la vida loca? Yo, bueno, sobreviviendo la vida, que la gente diría que sí.

Sobreviviendo la vida. Luego hablaremos de cómo es esto de sobrevivir a una campaña de Kickstarter cuando uno es experto en comunicación, pero te cae de repente un proyecto de este estilo.

Y por último, y no por menos menos importante, el hombre que nos puso banda sonora a nuestras vidas, el hombre que si digo el mote me pego una paliza la próxima vez que me vea en Málaga, el señor don McClane. Don McClane, ¿qué pasa? ¿Qué pasa? Buenas noches, hombre.

¿Se puede decir el mote o no se puede decir el mote? No.

No, David Bacho, te jode. No hay mote. Es lo que hay. Señor McClane, ya sabéis que el Troy McClure de la música del Astra es más fácil decir dónde ha estado que dónde ha estado. Hola, quizás me recuerde. Me recordarán por tantas cosas y por un bote que no se puede decir.

Señores y señores, ¿el equipo de 4MHz ha ido al complejo? Yo creo que sí, ¿no? ¿Estáis todos hoy? Sí. Todos.

Faltan solo los... Me salen las palabras en alemán. Los Malingen. Los anteriores que no han estado ya en la actualidad con vosotros. Luego le mandaremos un saludito porque, si no, mínimo hay uno que se enfada y el segundo ya lo veremos.

Señor don Javier García Navarro, el 4MHz, sabemos que es la velocidad del Astra C, es la máquina correcta, ya lo sabes tú. ¿Podría decirse que la génesis de 4MHz comienza con esto? Que tú ahora lo vas a ver con retraso de más tarde. Estoy enseñando una cinta del Sabrira.

Yo lo veo siempre con retraso.

Y además tarde. ¿Se puede decir que la génesis, mejor dicho, de 4MHz empieza con ese Sabrira? ¿Con el Sardina? Sabrira.

Ah, con ese. Con el original. Con el original, sí, claro. 4MHz ya lo tenía en una cadena.

Javier, ¿cómo es eso de... ya hablando en serio un poco porque es un tema que me gustaría hablar contigo, igual que lo hablé con Ángel García Delgado, ¿cómo es eso de vivir en el pozo de la ignorancia? Yo hice un par de juegos, me he olvidado porque esto fue una experiencia medio traumática y de repente te das cuenta que la gente habla de ti, pero que hablan mal.

Pues hombre, la verdad es que cuando las primeras noticias que tuve de Sabrira ni me acordaba que la habían hecho. Es que ni me acordaba. Me había borrado esa época de mi vida. No sé por qué, no porque fueran malos ni nada, sino porque había pasado mucho tiempo, supongo. Era cuando empecé otra vez a oír hablar de Sabrira en el 2012, por ahí, 2010. Y la verdad es que no me acordaba prácticamente de nada lo que había hecho años atrás. Y ya luego fui recordando. Fue una experiencia