Las Mañanas de MurciaEconomia 06-03-2025 fv27

Tienes con un amigo que siempre sabe cómo comunicar lo que piensa, pero le va de otro nivel.

Todos los lunes a la una te damos las herramientas para que tú también seas ese amigo.

Aprende a comunicarte con estilo, descubre datos culturales que te dejarán boquiabierto y lo mejor, úsalo todo para impresionar en tus reuniones, conversaciones o incluso con ese cuñado que siempre lo sabe todo.

Aquí no hay rollos aburridos, solo buen humor, historias que enganchan y consejos que realmente sirven.

Este lunes a la una de la tarde, te lo contamos todo, solo faltas tú.

Con tu solidaridad ayudas a una gran causa, Banco de Alimentos de la Región de Murcia.

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Estamos en Polígono Industrial de La Palma en Avenida Tomás Ferro 1.

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Banco de Alimentos de la Región de Murcia.

Hola, saludos, buenos días, ¿qué tal están? Ya pasan ya 31 minutos de las 9 de la mañana, ya estamos a jueves y sigue lloviendo, ¿saben desde cuándo está lloviendo por nuestra zona? Pues empezó todo así el viernes, el sábado ya empezó con más lluvia, ya saben que se tuvieron que, lógicamente, suspender actividades del carnaval que había, que por cierto les recuerdo que este domingo, si todo va bien, cruzaremos los dedos, pues se celebrará ese desfile de carnaval que no se pudo hacer en su fecha.

Bueno, pues así están las cosas, sigue lloviendo y lloviendo, nos vamos a aprender de memoria una canción que desde luego en el cole la cantábamos mucho.

Buenos días, Dani, que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva, ¿tú has cantado eso? Que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan cuando la lluvia, se ponen ellos felices, pero también se mojan, pobrecitos, como yo me mojé ayer y como muchos más, no porque no llevara paraguas, que la cosa iba bien con el paraguas.

Pues no, yo iba ahí sin paraguas.

Tú te fuiste sin paraguas, bueno, la verdad es que Dani y yo muy pocas veces nos hemos visto con paraguas, porque creo que nos pasa a los dos igual, no nos gusta llevar paraguas.

No, a mí me encanta la lluvia.

Primero porque pienso, si es que me dejo el paraguas donde sea, he perdido de paraguas una barbaridad, pero vamos, no seré yo la única persona.

Yo creo que es el objeto más perdido del mundo, fíjate.

Madre mía, qué barbaridad, y qué barbaridad, bueno, pues cuando la odisea de ayer es que me he quedado sin coche, sencillamente, porque igual que yo le ha pasado a mucha gente, hasta que el coche no vuelva a coger sus calorías, seguramente, pero lo pasas mal, ¿sabes? ¿Sabes por qué lo pasas mal? No porque el coche se te haya parado y te acuerdas de todo lo que te tienes que acordar en ese momento, sino que encima de todo se te queda en una zona donde, que estoy hablando de la vaguada, cuánta razón, y lo sabemos, quienes vivimos en canteras y optamos por no coger la carretera de canteras, que está infernal, de verdad, a ver si llegan los arreglos, a ver si llega todo lo que tiene que llegar y estamos en esta era, porque a veces pienso que no estamos preparados para afrontar la cantidad de lluvia que tenemos ya en nuestra ciudad, quiero decir, sobre todo en los pueblos y en los barrios, pues optamos naturalmente porque lo sabemos los que vivimos allí, para no meternos en el lío de la carretera general de canteras, porque se pone infernal de todo lo que viene de arriba y hay aguas que se quedan ahí y los charcos pueden ser muy y muy profundos, entonces optamos por cogernos y subirnos por la vaguada, irnos, vamos, que vamos haciendo un poco de turismo y salimos otra vez a donde está el restaurante Sacromonte, por allí vamos y volvemos otra vez a donde está la loma de canteras, pero bueno, yo dije, si hay aquí un tráfico tremendo, aquí pasa algo, digo, bueno, yo voy a subir para arriba, que subían otros, bueno, pues nada, el coche dijo, mira, chelito, aquí te voy a llevar.