😲 La gran diferencia entre dudar de manera sana y caer en obsesiones Cap 447 4u3m45

Dime, ¿qué te impide que asesines a alguien? El asesinato es inmoral.

La inmoralidad es subjetiva.

Sí, pero la subjetividad es objetiva.

No, en ningún esquema racional de percepción.

La percepción es irracional, implica inminencia.

Pero el juicio de cualquier sistema o una prioridad de relación de fenómenos existe en cualquier contradicción racional o metafísica, o al menos epistemológica, de un concepto empírico abstracto como el ser u ocurrir en la cosa en sí o de la cosa en sí misma.

Sí, yo he dicho eso muchas veces.

Y bienvenidos a La Teoría de la Mente.

Y aquí estamos en La Teoría de la Mente, el podcast que cuida de tu salud mental.

Nosotros somos de Amadag, www.amadag.com y lateoriadelamente.com.

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Y tendréis, como os digo, a vídeos, al podcast, a blogs, bueno, absolutamente de todo para cuidar de ti.

Y hoy nos ocupamos y nos preocupamos por las dudas.

Que veremos que dudar está bien, ¿eh? Pero la mayoría de nosotros hemos vivido eso de dar vueltas y vueltas a un mismo tema que nos mantenía ocupados, que al final no nos hacía llegar a ninguna conclusión y es que cuanto más pensábamos en ello, peor estábamos.

Hablamos, sí, de la duda obsesiva.

¿Y cómo podemos diferenciarla de las dudas normales? Y además os vamos a dar un método infalible para lidiar con ellas.

Hablamos del método de los cinco sentidos.

¿Quieres saber de qué hablamos? Pues entra con nosotros.

En mi vida he tenido miles de problemas y algunos de ellos eran ciertos.

Así definía Twain nuestra relación con nuestra preocupación.

Seguro que te has pasado alguna noche en vela con eso que te daba vueltas por ahí.

Seguro que alguna vez has pensado que te equivocaste.

La gente más interesante que he encontrado en mi vida no sabía qué hacer con su vida a los 30 años.

Y con el tiempo la gente más interesante que seguí encontrando en mi vida seguía sin saber qué hacer con su vida a los 40.

Sólo sé que no sé nada.

Pero no lo dudes.

Dudas porque eres humano.

Porque déjame decirte que el gran error de Descartes no fue sólo su excesiva confianza en el hombre como ser racional.

El gran error estaba en su planteamiento de base.

Él afirmaba, pienso, luego existo, pero él hubiese quizá tenido que decir, dudo, luego existo.

Así que querido Géminis, preocupón, querido tauroduditativo, estamos a punto de empezar un viaje por la duda que espero te lleve por buen puerto al país de la conciencia.

Así que coge brújula y mochila, lleva un par de mudas y algo de comer para el camino, lleva, o mejor, no lleves nada, o bueno, o mejor sí.

No me malinterpretes, probablemente la duda fue el principio del conocimiento.

Saber que no sabes nada es el ingrediente esencial