James Watt: Entre teteras, vapor y perfección obsesiva 🔧💭⚡ 4c2l5z

Bienvenidos a Entrevistas Científicas Imposibles, el único podcast donde desafiamos al tiempo, a la lógica y a las leyes de la termodinámica para conversar con los grandes genios de la historia.

Hoy viajamos al corazón del siglo XVIII, un mundo de carbón, engranajes y revoluciones.

Literalmente.

Nuestro invitado no necesitó redes sociales ni laboratorios brillantes.

Sólo una obsesión feroz, un taller lleno de humo y una mente que no conocía el descanso.

Lo llaman el hombre que encendió la revolución industrial.

Pero no esperen un inventor risueño, era reservado, meticuloso, perfeccionista hasta la extenuación y tan celoso de sus ideas que probablemente no estaría cómodo ni con este podcast.

Y sin embargo, aquí está, hoy, en nuestro micrófono imaginario, el mismísimo James Watt, el ingeniero que transformó el vapor en poder y su apellido en unidad de medida.

El capítulo lo podríamos sutitular como Mr. Watt, the world runs on your name, quite literally, are you impressed or mildly irritated? Senior Watt, el mundo gira en torno a su nombre, literalmente, ¿está impresionado o un poco irritado? Prepárense para una conversación con un hombre que prefería las ideas a las palabras, pero al que hoy le daremos la oportunidad de hablar.

Y ahora viajamos atrás en el tiempo, al taller de un hombre que si no estaba inventando algo, estaba probablemente reescribiendo el mismo plano por quinta vez, porque no estaba lo bastante bien.

James Watt, bienvenido al programa.

¿Esto es una entrevista? Espero que no me hagan perder el tiempo, el tiempo es energía, literalmente.

No se preocupe señor Watt, vamos al grano.

Primera pregunta, ¿cómo era un día típico en su taller? ¿Con té, café, o solo vapor y frustración? Frustración con un poco de té frío, sí, y silencio, mucho silencio.

Si alguien hablaba, lo echaba, una buena idea no soporta el ruido.

Qué inspiración para las oficinas modernas, dicen que la idea del condensador le vino observando una tetera, ¿es cierto o es otro mito con vapor añadido? Sí, vi una tetera, como millones de personas, pero yo pensé cómo aprovechar el calor sin perder energía.

A watch it pot never boils, they say, but I made sure it never wasted steam.

Dicen que olla vigilada nunca hierve, pero yo me encargué de que nunca desperdiciara vapor.

Eso sí que es eficiencia doméstica, y dígame, ¿cuándo por fin funcionó su máquina de vapor mejorada? ¿Celebró? ¿Brindó? ¿Lloró? No, dibujé otra versión, la válvula no me gustaba, celebrar antes de mejorar algo es un error común de los mediocres.

Claramente usted no es de los que festejan los borradores, y hablando de mejoras, ¿alguna vez pensó que otro invento suyo lo superaría? Lo que pensé fue que muchos intentarían copiarme, y no me equivoqué, las patentes existen por una razón, y esa razón tiene mi cara.

El lado legal de la genialidad, podríamos decir, pero venga, confiese, ¿nunca rompió algo del puro enojo? Solo una vez, un prototipo, me falló, y yo también, lo destruí, luego lo hice mejor, así es la invención.

Ni Edison, ni Tesla, solo Watt, rompiendo cosas por perfeccionismo antes de que fuera cool.

Si la perfección tuviera acento escocés y oliera ligeramente a carbón, sería James Watt.

Señor Watt, hemos hablado un poco de su vida y trabajo, pero ahora queremos ir a lo íntimo, lo humano, porque incluso los genios tienen malos días, y teteras rebeldes.

Empecemos con la historia que todo niño curioso ha escuchado.

James Watt observó una tetera y… Eureka, la máquina de vapor moderna nació.

¿Esto es verdad? ¿O una historia para venderla?