HOWARD P. LOVECRAFT "Los otros dioses" 5m3d6b

A la memoria aldrin motel presenta los otros dioses de pelo graso en la cima del pico más alto del mundo habitan los dioses de la tierra y no soportan que ningún hombre se jactan de haberlos visto en otro tiempo poblaron los picos inferiores pero los hombres te las llanuras se empeñaron siempre en escalar las laderas de roca y de nieve empujando a los dioses hacia montañas cada vez más elevadas hasta hoy en que sólo les queda la última al abandonar sus congreso anteriores se llevaron sus propios signos salvo una vez que según se dice dejaron una imagen esculpido en la cara del monte llamado engrane pero ahora se han retirado a la desconocida cada del desierto frío en donde los hombres no entran jamás se han vuelto severos y si en otro tiempo soportaron que los hombres los desplazarán ahora les han prohibido que se acerquen pero si lo hacen les impiden marcharse conviene que los hombres no sepan dónde está pelo contrario tratarían de escalar la en su imprudencia a veces en la quietud de la noche cuando los tíos este la tierra sienten añoranza visitan los picos ton demoraron una vez y lloran en silencio al tratar de jugar en silencio en las recordadas laderas los hombres han sentido las lágrimas de los tíos sobre el nevado tura y aunque creyeron que era lluvia y han oído suspiros en los que numerosos vientos matinal es televisión los dioses suelen viajar en las naves de nubes y los sabios campesinos tienen leyendas que les disuaden de acercarse a ciertos picos elevados por la noche cuando el cielo se nubla porque los dioses no son tan indulgente es como antaño multar más allá del río skai vivía una vez un anciano que deseaba contemplar a los tíos este la tierra este hombre conocía profundamente los siete libros trípticos de la tierra y estaba familiarizado con los manuscritos para góticos de la distante y alomar se llamaba barza y el sabio y los lugareños cuentan como escaló una montaña la noche del extraño eclipse barza y sabía tantas cosas sobre los dioses que podía contar sus idas y venidas y adivinar tanto secretos que se tenía sí mismo por un semi tíos fue él quien aconsejo prudentemente a los diputados de ocultar cuando aprobaron la famosa ley que prohibía matar gatos y quien dijo el joven sacerdote a tal adonde se habían ido los gatos negros en la medianoche la víspera de san juan barza y estaba profundamente versado en la ciencia de los tíos este la tierra y le habían entrado deseos ver sus rostros creía que su hondo y secreto conocimiento de los dioses lo protegería de la ira de estos y decidió escalar la cima del elevado y rocoso ate una noche en que sabía que los dioses estarían tecla está en el desierto pedregosa que se extiende más allá del cual recibe el nombre y se alza como una estatua de roca en un templo silencioso las plumas juegan lujo frente al