La historia de Moisés 5z6p6e

Yo soy lo que soy, y lo que seré.

La Biblia habla de un solitario pastor que es convocado a una misteriosa montaña en alguna parte de la península del Sinaí.

El viaje es peligroso y el miedo le invade.

Pero una poderosa fuerza que aún no entiende le empuja a seguir.

La fe.

El hombre carga con un pasado secreto.

Mi hermano no es un egipcio, es de los nuestros.

Soy hebreo.

Cada paso le acerca a su verdadero destino.

Dios le ha hablado.

Te dije que no le trajeras aquí.

No eres uno de ellos, Moses.

¡Faraón! Es hora de liberar a mi pueblo.

Guía de los israelitas.

Mensajero de Dios.

Yo soy lo que soy, y lo que seré.

En un tiempo de gran hambruna, los israelitas descendientes de Abraham se asentaron en Egipto, donde fueron esclavizados durante 400 años.

Sufrieron durante siglos, pero crecieron en número.

Ante el temor de que se alzasen en su contra, el rey ordena que todos los bebés hebreos varones sean ahogados en el Nilo, adoptado en secreto por la hija del faraón.

Y que te atrevas.

Se cría en la corte real, junto a su tío, el futuro rey.

Su nombre es Moisés.

Aunque era príncipe de Egipto y tenía todas las ventajas de la casa del faraón, ya que se crió en ese ambiente como miembro de la familia real, creo que en su interior sabía que había algo diferente en él.

Sabía que había nacido diferente.

La Torá no nos dice cuál era su nombre hebreo.

Es uno de los misterios que envuelven a esta historia.

Y en parte es la historia de cómo Moisés va descubriendo, poco a poco, su identidad y su destino.

Pasaron los años, y siendo Moisés ya mayor, vio a un egipcio fustigar a un hebreo.

Estoy convencido de que había un espíritu innato dentro de él.