El hijo del aprendiz de Satanás 666 - Monkeygraphics #9: Trilogía Rejas Ardientes. 454x69

Maricela, su esposa, en el momento que saliste del apartamento, ella estaba arriba con Carlos.
Mira, amigo, están en la pipa fumando crack, están en la cocina compartiendo un yombo.
Y después, en tu última cama, él se la va a meter por el culo.
Y a ella la va a gustar en tu cama verde especial.
¡Aprendiz de Satanás!
Muy buenas, bienvenidos al Hijo de la Aprendiz de Satanás. Una semana más, ¿no?
Sí, bueno, sí, una semana más, pero volvemos, ¿no?
Con esta sección maravillosa que, claro, requiere un tiempo de...
De preparación, ¿no?
¡De preparación! Joder, me ha dado un ictus ahí de repente.
Ah, tío, que son las... temprano, tío.
Me he quedado en blanquísimo ahí, o sea, no me salía la palabra y, por más que la pensaba, no me iba a salir.
Pero me ha gustado.
Él, ¿no?
Claro, ¿no? O sea, como...
Bueno, pero esto está bien, ¿no? Para que vean los oyentes que incluso nosotros, los genios, tenemos nuestros momentos de debilidad y de retraso.
Exacto, o que nos rebajamos a su mismo nivel.
Efectivamente, ¿no?
No, pero no, porque eso lo hago constantemente, ¿no? Rebajarme al nivel del interlocutor, ¿no?
Ya, comprendo.
Bueno, pues que tiene una notable inteligencia menor, ¿no?
Bueno, pues yo intento mantener conversaciones que él pueda entender, ¿me entiendes?
Sí, sobre Godard y demás, ¿no?
No, pero sobre Godard... ¿Sabes qué pasa? Que nunca he tenido conversaciones ni sobre Godard, ni sobre Truffaut, ni sobre nada de eso.
Porque todos los que se ponen la banderita de que les gusta Godard y les gusta Truffaut y todo esto, suele ser mentira, ¿no?
Ya.
Suele ser para aparentar, ¿no?
Sí, sí, sí.
Y cuando uno desea aparentar, suele ser con la idea de penetrar a alguna mujer, ¿no?
Evidentemente, para eso lo hacen, sí.
Entonces, pues no he tenido nunca opción de hablar de Godard con nadie.
Bueno, creo que con Codón. Creo que con Codón alguna vez en el programa he hablado de Godard, sí.
Y no porque te quisiera follar a Codón, ¿no? Ni mucho menos.
Bueno, pues si la cosa está...
Si la fiesta es buena, ¿no?
O la cosa está muy mala, ¿no? O sea, que si...
Es como el otro día, en Memoria de Elisa, con Molina, ¿no?
Porque salió a colación la conversación de que cada vez está más difícil follar y la interacción entre el hombre y la mujer, ¿no?
Porque ahora ha salido la ley esta de que si tú das un beso a una tía sin su permiso, tienes año y pico de cárcel, ¿no?
Aunque sean dos besos si te la presentan.
Pues será lo próximo, ¿no? Los dos besos si te la presentan.
Pero yo a lo que me refiero es que eso tiene que especificarlo más.
Porque es decir, yo no sé cómo será ahora, pero yo de toda la puta vida, cuando me he ligado a una tía, pues he hablado con ella y tal.
Y cuando he visto el momento, le he metido el hocico, ¿no?
De ahí viene el famoso término de hacer la cobra.
Es decir, si yo no meto el hocico, ella no puede hacer la cobra.
Entonces, si hace la cobra, yo eso lo interpreto como que no quiere...
Y te vas, te vas...
Exactamente.
O bueno, lo ha seguido intentando, ¿no?
Sí, sí, depende del grado de alcohol o de drogas que lleves encima.
Claro, y nunca se ha hecho mayor aspaviento por eso, ni siquiera la intercepta.
A lo mejor la intercepta, pues ya si se ha visto agobiada, pues te ha dicho
Vete a tomar por el culo, déjame en paz ya, puto pesado.
Y ahí ya te has dado por laudido, ¿no?
Pero claro, ahora con esta ley, ¿quién va a meterle el hocico a una tía en una discoteca?
Claro, porque es lo que tú dices.
O sea, antes incluso hasta podías insistir.
E incluso si te hacía la cobra le podías decir
¿Cómo que no, puta?
Claro, porque llevas toda la puta noche aquí a mi lado ahí diciéndome tonterías
para que te invite un cubata y ahora no, puta, ¿no?
Antes se podía hacer incluso hasta eso, ¿no?
Claro, claro, ahora ya no.
Bueno, pero está la táctica de tal de que quieres que te bese, ¿no?
Pero es más frío, ¿no?
Que el acercar el hocico ahí con el aliento al colazo, ¿no?
Claro, claro.
Pero bueno, si cárcel para nada, ¿no?