Hablemos de rosas vol.2 665y30

Las opiniones vertidas en este programa son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan el pensamiento, ni la alienación.

Bienvenidos a Sanando desde el Corazón. Te apoyaremos a conocer diferentes técnicas de sanación, en donde te darás cuenta que sanar no solo es físico, sino trascendental. ¡Comenzamos! Hola, ¿qué tal? Muy buenos días a todos. Soy Tania Negrete y bienvenidos a Sanando desde el Corazón.

Y hoy, bueno, nos acompaña de nuevo mi querido amigo Luis Felipe Maza de la Fuente.

Y vamos a seguir ya con la segunda parte de la sanación con rosas.

En la primera yo sabía mucho, en la segunda todavía estoy cursando.

Ya sigo en el curso, ¿no? Porque, como les dije, es una preparación de un año, ¿no? O sea, no, se dice fácil, pero la verdad es que tiene su alto grado de complejidad.

Mi querido amigo, ¿cómo estás? Muy bien, muchas gracias, buenos días.

Buenos días, buenos días. Pues platícanos de la segunda parte, ¿no? La segunda parte. Se quedó interesante, ¿no? Así es, así es. Sí, como siempre nos quedamos con ganas, pero bueno, seguimos.

Pues seguimos. Mira, hablamos, si no me equivoco, hasta la rosa amarilla. Amarilla, así es.

Entonces seguiría la rosa anaranjada. Exacto.

La rosa, la rosa anaranjada es una rosa que, déjame decirte que cuando yo empecé a trabajar con ella, jamás había visto una.

No me digas. No sabía que existía, de hecho. Ajá.

Los alumnos que estaban tomando el curso en ese tiempo. Ajá.

Este, tampoco habían visto nunca una rosa anaranjada y me decían que no existía.

Oh Dios. Hablando del dos mil dos. Ajá, ajá, ajá.

Y este, y bueno, pero, ¿qué crees? Que el mercado estaba lleno de rosas anaranjadas.

Y aparte en tonalidades. Y las tonalidades hermosas que hay.

Y resulta que la rosa anaranjada nos sirve para trabajar dos temas, básicamente.

La sexualidad y las relaciones de pareja. Oh Dios.

Porque, digamos que con la rosa anaranjada vemos dos módulos, pero en el primero vemos la sexualidad para sanar la historia sexual.

Todas las cosas, por un lado que viví desde la infancia, pero también todas las cosas que viví o sentí que me hicieron tener una percepción equivocada de la sexualidad.

Y no necesariamente porque se haya vivido alguna situación, pero se escuchan muchas cosas.

Uno de niño escucha o ve cosas y hace traducciones de eso que ve.

Se dice que, o se decía por lo menos antes que no había mucha educación sexual, pero sí la hay informal en casa.

No te toques ahí, te van a salir pelos en las manos.

Cierra las piernas, no enseñes todo y ni siquiera decimos que es todo.

Es que sí, la cual es impresionante.

Y entonces, porque ni siquiera nos atrevemos, o por lo menos antes no nos atrevíamos a llamar a las cosas por su nombre.

Así es.

A las partes de nuestro cuerpo.

Porque no se hablaba, no había una comunicación abierta.

Ahora afortunadamente ya hay más.

Y entonces, bueno, eso nos va llevando a que tengamos ideas de pronto de la sexualidad, de que es mala, de que es sucia.

Y luego llegamos a la adolescencia con un montón de curiosidad y miedo.

Pero además, ¿sabes qué? Algo que también he descubierto durante la sanación, y no hablo de la sanación con rosas, sino desde la técnica que manejo.

Que inclusive todos estos señalamientos que te hacen desde chiquito, no solamente se van a la parte sexual, sino se van a la parte de cómo te sientes tú en la vida.