Guadalupe Destino Sonoro y Cultural Cap 08 Un tejido que construye identidad en Guadalupe 3v1d

Es la fuerza de la palabra, la memoria, territorios al aire, relatos tejidos por la radio comunitaria, para el afrocolombiano el territorio en la vida, estrategia apoyada por Mintic y por el ministerio de las culturas, Guadalupe destino sonoro y cultural, una serie radial que nos invita a descubrir los personajes, lugares, tradiciones e historias que hacen de este municipio un gran destino por conocer. Guadalupe, destino sonoro y cultural, propuesta ganadora de la convocatoria territorios al aire, una serie radial desarrollada por la emisora comunitaria Guadalupe Estereo, bienvenidos. La clineja, en Quitasol yo nací en la finca de mi vieja, por eso voy a contarles la historia de su clineja.

Mi nombre completo es María de los Ángeles Cuevas de Euseda, yo vivo acá en Quitasol, mi finca se llama Maracaibo, yo hace 52 años vivo acá en esta casa, pero yo mi origen es soy de Olival, la clineja es como el derivado de la hoja esa, de una hoja de caña brava y es lo que nos utilizamos para los sombreros de hoja, que llamamos sombreros de campo de hoja, hacen correas, hay cosas artesanas que hacen con esto, canastillas así como como carteras, mi abuela nos enseñaba a tejer, pues prácticamente desde niña, desde por ahí de los 11 años, 10 años en adelante, cuando eran esas épocas lluviosas, nos ponía a tejer clineja y mi abuelo tejía era cosas de fique, él hacía cosas de fique, entonces nosotras las mujeres tejíamos clineja y de ahí para acá, pues sí, yo cuando tengo tiempo así, que tengo, estoy un poquito mal, que no puedo ir para allá a hacer labores de campo, pues tejo mi clineja por ahí, me siento a tejer clineja.

Con hojas de caña brava, pero con mucha paciencia, ella las raspa bonito y en el sol va y las calienta, allí se ponen blanquitas para que luego las teja. Pues eso siempre toca ir a coger la hoja, eso sí toca en el mismo día, desorillarla y ojalá rasparla, sí, de uno mes, porque si no se pone dura, después se pone muy dura y se colorea la hoja, después se pone al sol, al sereno y al sol para que blanquee, para que quede blanquita, unos dos días y si ya los dos días usted la recoge y se arregla la hoja y se empieza a tejer, sí, más o menos por ahí para un sombrero así, más una semana, una semana más o menos.

Cuando yo era pequeñito, mi mamá con mi abuelita se sentaban bajo el mango a raspar unas hojitas, mi mamá viendo aprendió los diferentes tejidos y una fórmula compleja.

Esta es cinco pares, esta es la cinco pares, porque lleva, mire, uno, dos, tres, cuatro y cinco, cinco pares, ella se llama así, las cinco pares, esta es la sietera porque esta lleva siete pares, lleva uno, dos, tres y cuatro y cinco y seis y siete, siete pares de hoja. Se alza una, se pisan dos, se alza una, se pisan dos, así, así, no son sino cuatro parecitos, pero va doble, la hoja va doble, con esta va acá, mire, va acá, así, acá, mire, forma el piquito, así, acá, y forma el piquito y esa es la de picos, lleva cuatro, también cuatro parecitos de hoja.

Pues si se quería hacer un poquito más ancha, pues también se puede hacer un poquitico más ancha, que la hoja quede más anchita, para que los piquitos queden más definidos.

Mi nombre es Pedro Manuel Muceda Cuevas, acá en la casa tenemos algunos artistas que la manejamos, yo por ejemplo puedo hacer cualquier tipo de tejido, tanto en la clineja como otras artesanías que mi abuelita usaba, hacía, y me parece que así aprendí a conocer este producto acá en Quitasol, desde niño siempre estuvo presente en nuestra vida cotidiana.