*GENTE COMO TU*NEGACIONISMO CLIMATICO-EL NEGOCIO DE VIGILAR LAS FRONTERAS 2i2od

Hay gente que solo quiere disfrutar Y hay gente que gana y gente que pierde Hay gente que ríe y no puede parar Gente como tú Hay gente que ya no quiere trabajar Son gente que gana y gente que pierde Son gente que bebe y prefieren olvidar Gente con su miedo a perder café se jovence Gente que solo vive para ayudar Que vale, que quiere y que puede Gente que no pasa de los demás Para los migrantes, la migración puede significar mejores condiciones de vida, un empleo más remunerado, a mejores servicios de salud y educación y la posibilidad de escapar de situaciones de conflicto o pobreza extrema.

Los objetivos que persiguen están claros y bien definidos.

También están bien definidos los objetivos para aquellas personas que salen ganando con el negocio de las fronteras cerradas.

Fronteras cerradas para que continúe funcionando la lucha contra la llamada inmigración ilegal, criminalizada por el Tratado de Maastricht en el año 1992.

Europa se ha convertido en una fortaleza que organiza la mercantilización de su sistema de protección de fronteras y criminaliza la circulación de la mano de obra que luego explota.

El presupuesto de Frontex, que es la agencia europea de fronteras exteriores, ha pasado de 19 millones a 89 millones de euros desde su creación.

Las operaciones de control fronterizo, los equipos de intervención rápida en la frontera para limitar los cruces fronterizos, la creación de una base de datos con todos los incidentes notificados en las fronteras de los Estados , el programa Eurosur que fue creado en 2013, otra base de datos para registrar los datos biométricos de los migrantes que entran en territorio europeo.

Todas estas inversiones están construyendo un mercado común europeo de defensa que está engordando a grandes empresas europeas como Indra o DSNS o extranjeras como Israel Aerospace.

Cada vez más controles, cada vez más riesgos para los migrantes obligados a tomar nuevas rutas, rutas más largas y peligrosas y cada vez más muertes y cada vez más controles del que se benefician las empresas que ganan miles y miles de millones.

Este es el bucle.

Luego están los traficantes sin escrúpulos que buscan las barcas más grandes con el fin de rentabilizar la inversión al máximo.

Barcas que, por otra parte, están en condiciones lamentables y que a veces flotan a duras penas.

Barcas convertidas en pateras culpables de más de 40.000 muertes y aún así, paradojas de la miseria humana resultan más caras que viajes.

La tercera pata son los estados de acogida, porque los migrantes que llegan y trabajan lo hacen con papeles de otros o papeles falsos.

Su trabajo cotiza y pagan impuestos, pero no reciben nada a cambio o no lo suficiente.

Empresas, traficantes y la sociedad en general todos nos aprovechamos de esta mano de obra que es flexible, precaria y vulnerable a los abusos.

Pensemos que si hay tomates todo el año es porque ellos los recogen.