
Descripción de Fray Perico y su borrico. 21731l
Perico es un hombre rústico, gordo y colorado que se presenta en un convento de Salamanca con la intención de ser fraile. El convento no tardará en vivir situaciones disparatadas, llenas de humor y alegría, gracias a este simpático personaje. Pero antes de vivir aventuras, Juan Muñoz Martín te invita a conocer a todos los personajes de esta gran historia. ¿Empezamos? 255j71
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Pues señor esto eran veinte frailes que vivían en un convento muy antiguo cerquita de salamanca todos llevaban la cabeza apelada todos llevaban una barba muy blanca todos vestían un hábito remendado todos iban en fila uno detrás de otro por los inmensos claustros si uno separaba todos separaban si uno tropezaba todos tropezaban si uno cantaba todos cantaban daba gusto o irles trabajar unos cerraba la madera otro apelaba patatas otro cortaba con las tijeras otro golpeaba con el martillo otro escribía con la pluma otro limpiaba la chimenea otro pintaba cuadros otro abría la puerta y otro lado cerraba creo que cantaba y gallo todos los frailes se levantaban se estiraba en un poquito y bajaban a rezar tan tan tocaba la campana fray valdrán los frailes corrían a comer o a cantar o a trabajar todos rezaban juntos estudiaban juntos habrían y cerraban la boca juntos fray nicanor el superior era un fraile alto seco y amarillo tenía una larga nariz y unos brazos muy largos de cuatro zancadas recorría el monasterio era muy bueno y tenía fama de sabio aunque había otro más sabio que él pues tenía en la cabeza metidos todos los libros de la biblioteca un millón poco más o menos le pregunta a ver los ríos de asia y lo sabía le preguntaban cuantas son ocho por siete y lo sabía lo sabía todo este fraile era fray horario el bibliotecario que tenía ciento y pico años estaba más arrugado que una pasa y más encorvada que el mando de su bastón tenía reuma y cuando llovía se le hacían más pequeña una pierna los frailes pasaban todos los días rezando leyendo libros muy gordos durmiendo poco y trabajando mucho había una imagen de san francisco en la iglesia y los frailes le tenían mucha devoción a fray bautista el organista un fraile pequeñito y barato como una ardilla tocaba en el órgano las mejores cosas que sabía pero era un pesado había un fraile que se pasaba dando vueltas a la chocolatera todo el día hacia chocolate de almendras este era franco chúpate el chocolate fray piruletas el cocinero era rigor de y colorado como todos los cocineros y tenía los pies anchos andaba de lado como los patos y un gorro blanco en la cabeza pues déjate que prohíba muerto el del huerto pasaba con cada abrazada de zanahorias con lo que le gustaban a san francisco las zanahorias pero del pobre san francisco nadie se acordaba algunas veces le sacaban en procesión le daban una vuelta por el pueblo y en seguida a casa los frailes no jugaba nunca con trabajar le sobraba hallan en el torreón estaba todo el día fray propio el telescopio estaba calvo de tanto hacer cuentas y experimentos con franjas consigue líquidos un día mezcló bicarbonato ácido sulfúrico y un poquito de lejía y la que se armó tablón la capucha salió por un lado las sandalias por otro el gato por otro con el ha buscado bueno fray silvino tenía la nariz colorada de tanto oler el vino y los pies negros de pisar las uvas otro que trabajaba mucho era fray ezequiel el de la miel era un hombre dulce y hablaba muy bajito te amo a mi él estaba por la barba las moscas le seguían por todas partes hasta cuando se iba a la cama punto y aparte era fray rebollo el de los bollos era el panadero iba siempre manchado de harina de pies a cabeza y que frío debía de pasar san francisco en el altar el aire se colaba por debajo de la puerta como pedro por su casa san francisco se metía las manos en los bolsillos cuando nadie le veía para colmo de males un día se abrió una gotera en el techo y empezó a traerle agua encima estamos arreglados dijo san francisco menos mal que tendrán el sacristán le puso un paraguas aquella noche los frailes al día siguiente se dieron cuenta de que la iglesia se estaba desmoronando de puro vieja entonces se dispusieron a arreglarla se re mangar los hábitos y uno subían las piedras otro clavaba un clavo el otro ponía un tablón el otro hacia larga masa ningún fraile estaba ocioso frío legal era el arquitecto el peor era fray sin plan que cuando no se caía de las escaleras clavaba un clavo al revés o se le caía el cubo encima de la cabeza o ponía los ladrillos torcidos
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