Extremófilxs EP111: Transportes 2v44

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Conexión musical.

Esta es una producción de Radio IPN.

Ya analicé los datos, mi señor.

Mire, la mayoría se acumuló en el centro.

Por supuesto, ese es el promedio.

¿Y qué haremos con eso? ¡Desechalos! Nos quedaremos con los extremos.

Pero eso es lo más raro. Demasiado atípico.

¡Excelente! Justo lo que estábamos buscando.

¡Ay, señor, ya me dio miedo! ¡Extremófilex! Música que no sabías que existía.

Un recorrido musical que nos conduce a lo más inusual.

Raro. Extraño. Extremo.

La música que no sabías que existía.

¡Extremófilex! Salte del promedio.

Hola, hola. Bienvenidas, bienvenidos a Extremófilex una vez más.

La música que no sabías que existía.

Pues muy feliz de estar aquí otra vez con este calorón.

Y pues feliz también de saludar, como siempre, a mi compañero Rodrigo Tamayo.

¿Cómo estás? ¿Qué tal, Tamara? Tamara Fernández, quien ya les recuerdo que desde la semana pasada ya se incorporó a este programa.

Y sí, el calor está brutal.

Ya es algo que hemos platicado en emisiones anteriores de este programa.

Pero se pone peor cuando uno va en transporte público o bueno, aunque vayas en el carro, ¿no? Y justamente ese es el tema de esta emisión de Extremófilex, los transportes.

Habrá quien diga, bueno, ¿por qué hacen un programa sobre transporte? Sí, vamos a poner música relacionada con ello.

Hay algunas canciones muy clásicas.

Hay otras que a lo mejor ustedes esperan que vayan a salir y no van a salir porque son demasiado conocidas.

Pero creo que a partir del transporte podemos conocer mucho de la idiosincrasia de una sociedad.

Y es algo que vamos a platicar a lo largo de este programa.

¿Tú qué transporte sueles utilizar, Tamara? Uf, el metro.

El metro desde siempre, bueno, no desde siempre.

Desde que estaba en la prep es así mi segunda casa.

Sí.

Totalmente, ¿no? Para llegar, por ejemplo, aquí a la estación, me aviento casi toda la línea 8, ¿no? Así de Constitución a Bellas Artes.

Precioso, ¿no? Este, bueno, no.

En realidad, no.

Bueno, sí, no.

Sí, no, exactamente.

O sea, creo que hay un episodio de Extremadura Félix dedicado al metro.

Chéquenlo ahí en nuestra sección de podcast en la página de internet de Radio IPN.

Pongan Radio IPN en Google y les aparece porque la dirección es un tanto complicada.

Y justo ahí platicábamos en aquella ocasión de el metro es de las pocas cosas que, pese a los problemas que tiene, todavía funciona relativamente bien, ¿no? O sea, es confiable hasta cierto punto.

Ya a últimas fechas ya sabemos que, pues, se han suscitado algunas ocurrencias que de repente se tarda el metro, que de repente se incendia ahí un edificio, cosas así.

Pero con todo y todo es de las cosas más confiables.

Pero sí, en estas épocas de calor allá abajo, son por lo menos 5 grados más de temperatura, ¿eh? Es terrible.

No me quiero imaginar cómo anda la gente en Patitlán.

Exacto.

Que todos sabemos que es ahí la escena dantesca, ¿no? Sí.

Del infierno.

Pero, pues, también, pues, vaya, cuando estaba en la prepa, y eso es algo que me encanta del transporte público, específicamente del metro, que es muy noble por ser muy seguro.

O sea, digo, sus cosas tienen, ¿no? Y sobre todo como mujeres, de repente ahí tenemos nuestras bronquillas, ¿no? Pero cuando yo estaba en la preparatoria, yo vivía en el Estado de México, ¿no? Entonces me echaba así la combi, ya sabes, dos horas para llegar al metro.

Y había veces que como, pues, habrá la gente mexiquense que nos escucha, si sales 15 minutos antes, llegas 40 minutos temprano, ¿no? Ajá, sí, sí, sí.

Cuando tienes suerte.

Entonces yo llegaba así con un sueñazo y en esos 40 minutos extra que me quedaban, me echaba toda la línea a uno, así dormida, ¿no? Y así de me voy a ir hasta Tacubaya Observatorio para poder dormir otro ratito y sin problema, ¿no? Ya llegabas fresca a la clase.

Sí, ya llegaba descansadita.

Eso es lo que yo siempre he dicho, porque mucha gente luego se queja, no, qué transporte público.