EXTRA: Condenado, de Juan Carlos Albarracín i3n41

La he matado he oído claramente como su cuello se quebraba contra la encimera tengo que salir de aquí debo esconderme esta vez no me libraré si me encuentran no después de la denuncia y la orden de alejamiento retrocedo unos pasos y entonces lo noto lo noto en mi vientre miró hacia abajo y ahí está el mango del cuchillo de cocina asomando de mi abdomen lo agarro con fuerza para que no se me escurre entre los dedos porque está empapado en sangre mi sangre lo arrancó de un tirón y no puedo contener un alarido de dolor mala idea ahora la sangre fluye a borbotones abundante oscura espesa siento la furia de nuevo me ha clavado el cuchillo con el que estaba troceando verduras si no estuviese muerta la mataría la mataría mil veces me inundan el odio y la furia roja que sólo un alma condenada al infierno puede sentir me fallan las piernas y caigo de rodillas mientras mi estómago vomita sangre por la herida abierta mis percepciones se amplían en un momento de dolor y odio perfectos después me envuelve la negrura y me desplomo recuperó la consciencia de pie en el umbral de la cocina ella trocea verduras mientras habla alegremente por teléfono con su nuevo amiguito en dos zancadas me planto a su lado la agarró de los pelos y le apartó el cuello contra la encimera la he matado he oído claramente como su cuello se quebraba contra la encimera tengo que salir de aquí debo esconderme esta vez no me liberales encuentran después de la menopausia