Episodio 9. Daniel J. Marcos. El Buscador de Esencias 3n3x5y

Platón decía que existe otro plano donde habitan las ideas, que son las verdaderas esencias de las cosas que percibimos a través de los sentidos, pero que desgraciadamente si quieres contemplarlas tienes que esperar a morir, pues sólo tu alma puede llegar a verlas. ¿Te imaginas a un rebelde que quiere escapar de este destino platónico? Alguien que busca esas esencias en este plano y que a veces con suerte es incluso capaz de encontrarlas. Ese es el invitado especial del podcast de hoy que se llama a sí mismo el buscador de esencias. Bienvenidos y bienvenidas a Escribiendo en Futuro, hoy con un pequeño cambio.

Soy Marion y os voy a acompañar en la entrevista más especial de la temporada, porque ¿quién entrevista a los entrevistadores? Comienza Escribiendo en Futuro, el podcast donde conocerás a los autores y autoras españolas. Os voy a presentar a alguien que ya conocéis muy bien, que es Daniel Marcos, el buscador de esencias, creador de este podcast Escribiendo en Futuro, maestro de inglés y ahora estudiante del máster de la UNIR. ¿Qué me dejo, Dani? Bueno, te puedes dejar, no sé, por ejemplo el libro de poesía que publiqué hace unos añitos, que está por ahí, que en realidad no lo conoce nadie y se quedó perdido en Amazon después de un primer mes en el que más o menos sí funcionaron las ventas, pues está por ahí y poco más, que me gusta tocar el piano, me gustan los videojuegos y esas cositas.

Como siempre te gusta a ti empezar los programas, vamos a empezar hablando de redes sociales. ¿Tienes redes sociales, Dani? Tengo redes sociales, las uso, digo a breva, básicamente no hago nada con ellas, quitándola del podcast, que sí que sí que la utilizo a menudo y sí que procuro hacer las publicaciones a la misma hora, hacer las publicaciones siempre los mismos días de la semana y lo tengo todo más o menos planificado para que los jueves alguna cosa, los viernes otra, los sábados otra y de hecho intento dejarlo planificado con alteración para que no se me pise el trabajo. Después tengo mi Instagram personal que ese no uso prácticamente para nada, que pongo una foto cuando me apetece y a lo mejor no vuelvo a poner otra foto hasta dentro de seis meses.

Sé que debería usarlo un poquito más como para promocionarme como escritor y eso, pero creo que ya cuando vea la luz algún nuevo proyecto literario será cuando me lance a ello. ¿Crees que las redes sociales te están ayudando o te están entorpeciendo en tu proceso de escritura? Pues mira, te cuento, por ejemplo, cuando saqué el libro de poesía, cuando saqué Buscador de Esencias, sí que hice un Instagram para Buscador de Esencias que sigue por ahí y sí que me frustraba un poco el hecho de tener que estar siempre publicando y al final que no tuviera rendimiento, que no sirvía para nada.

Sin embargo, para la red de Escribiendo un Futuro sí que me está viniendo muy bien porque sí que estoy cogiendo seguidores que están descubriendo el podcast gracias a estas redes, especialmente después del capítulo de César que, quiera que no, al final es más conocido que los demás que hemos estado por aquí y eso me ha traído varios nuevos oyentes para el podcast.

Entonces esa red sí que me está ayudando bastante a tirar para adelante con el podcast.

Háblanos ahora un poquito de tu trayectoria como escritor. Nos has hablado de tu poemario, pero ¿tú cómo has descubierto la escritura? ¿Es para ti una pasión? ¿Es más bien un oficio? ¿Tiene un poco de ambas cosas? Bueno, vamos a empezar por el principio. Todo esto empieza cuando tengo 14, 15 años.

Es curioso porque una de las cosas, además lo hablé con Laura en uno de los últimos episodios, es que los hombres que hemos pasado por aquí por el podcast todos empezamos a escribir por el amor, todos empezamos a escribir porque nos enamoramos de adolescentes y al final para intentar conquistar a esa chica de ese momento nos lanzábamos a escribir versos. En mi caso fue igual, fue así.

La primera vez que me enamoré, digamos en serio, era una chica que estaba, aparte de que era vecina mía, estábamos en institutos juntos, en clases diferentes, pero vamos, estábamos en institutos y siempre le escribía poemitas que entre clase y clase se los llevaba. Eran poemas que ahora no los recuerdo, prácticamente no recuerdo ninguno y que no tenían ni gracia, ni tenían calidad literaria, ni nada, eran puras cursiladas. Pero bueno, a ella le gustaron, a mí me salió bien en ese momento y por ahí fue.

Después cogí también unas canciones de mi hermano, que tuvo un grupo de música hace tiempo que se llamaba La noche de todos los santos y con esas canciones hice cuatro o cinco relatitos y que se quedaron por ahí perdidos también, pero vamos, que tampoco tenían mucha calidad literaria, pero bueno, digamos que fueron fueron mis inicios en realidad. Ya después de ahí empecé a escribir cuentecitos cortos, relatitos, que sí que tengo algunos que he escrito.