EPISODIO 78: CÓMO GESTIONAR LAS EXPECTATIVAS FAMILIARES Y SOCIALES 4j5a3n

Soy Rosabel Rodríguez y esto es Con Talento y Compañía.

Imagina que eres un niño o una niña de 10 años con altas capacidades intelectuales.

Tus padres esperan que obtengas siempre buenas calificaciones, tus profesores anticipan grandes logros académicos y tus amigos te ven como alguien distinto.

¿Cómo manejarías todas estas expectativas sin sentirte abrumado? En este episodio exploraremos precisamente cómo gestionar estas presiones de manera saludable, porque si bien las expectativas pueden ser una fuente de motivación, también pueden ser lo de presión cuando no se manejan adecuadamente, por ello es fundamental aprender a gestionarlas de una manera correcta.

Bienvenida, bienvenido nuevamente a este espacio dedicado a las altas capacidades intelectuales y a todo lo que rodea a quienes viven esta experiencia.

En cada episodio buscamos explorar temas relevantes que ayuden tanto a los padres como a los profesionales y por supuesto a las personas con alta capacidad intelectual, que les ayude a comprender mejor este mundo.

Yo soy Rosabel Rodríguez, profesora en la Universidad de las Islas Baleares y especialista en altas capacidades intelectuales.

Y es que cuando hablamos de este tema, de altas capacidades intelectuales, solemos enfocarnos en aspectos académicos, emocionales o incluso creativos.

Sin embargo, uno de los retos más comunes que enfrentan estas personas es lidiar con las expectativas externas, tanto las que provienen del entorno familiar como aquellas que vienen de la sociedad en general.

Las expectativas familiares suelen surgir de la alegría inicial de descubrir que un niño o una niña tiene altas capacidades intelectuales.

Ahí padres, hermanos, abuelos, incluso primos, pueden tener ideas preconcebidas sobre lo que esto significa.

Algunos esperarán grandes logros académicos, otros verán un potencial artístico-deportivo y algunos simplemente idealizarán lo que podría significar tener un hijo o un nieto con alta capacidad intelectual.

Estas expectativas, aunque bien intencionadas, pueden convertirse en una carga si no se manejan correctamente.

Y por otro lado, la sociedad también tiene su propio concepto de lo que representa tener a sí.

Muchas veces estos estereotipos son limitantes y poco realistas.

Por ejemplo, la presión social puede llevar a comparaciones innecesarias entre niños, generando sentimientos de insuficiencia o de frustración tanto en los menores como también en sus familias.

En este episodio vamos a empezar explicando qué son las expectativas, en qué consisten y cuáles son sus implicaciones en el desarrollo de niños y jóvenes.

Una vez hecho esto, identificaremos las principales expectativas que familia y sociedad pueden tener sobre las acis, intentando entender el impacto, su impacto y, lo más importante, desarrollando estrategias que nos ayuden a gestionarlas de manera saludable.

Bueno y como os decía, empezamos preguntándonos qué son las expectativas.

En psicología, las expectativas se refieren a las creencias o a las suposiciones que una persona tiene sobre eventos futuros, sobre su propio comportamiento o sobre el comportamiento de otras personas.

Estas expectativas pueden ser conscientes o inconscientes y son importantes porque influyen en la manera en que percibimos y respondemos a los estímulos y a las situaciones de nuestra vida diaria.

De hecho, las expectativas resultan cruciales en el proceso de toma de decisiones, en la motivación y también en la construcción de las relaciones interpersonales.

Revisemos por qué las expectativas son importantes y veamos cómo pueden afectarnos.

En primer lugar, sabemos que son importantes porque influyen, como decíamos, en la percepción y en la interpretación de la realidad.

La percepción es un proceso activo en el cual las personas seleccionamos, organizamos e interpretamos la información que vamos a recibir del entorno.

Las expectativas aquí actúan como filtros, filtros que influyen en la realidad.