
Descripción de Ep88: Fila Brasileiro. 5u501c
Cuando los portugueses comenzaron la colonización, llevarían también animales domésticos, y de carga que no existían en América, fundamentales para la agricultura, el transporte y la alimentación en la colonia y por supuesto sus perros, que jugarían un papel fundamental en la supervivencia y en la consolidación de los asentamientos, especialmente los de guardia, cruciales para defender las aldeas, plantaciones y puestos comerciales de los ataques de indígenas, animales salvajes o piratas ses, holandeses e ingleses. A medida que la colonia crecía, los perros portugueses se cruzarían con otros europeos. Acompáñanos en esta aventura en la que conocerás como surgió la raza, qué personas han tenido un papel clave y cómo han llegado hasta nuestros días. Por supuesto te contaremos cuál es su carácter y qué necesitará de ti para ser feliz. Rafael nos cuenta la preciosa historia de Bella, una hembra que le regalaron a su abuelo Antonio. Te invito a que visites la web de la escuela canina Quercus, https://www.escuelacanina.com. También puedes seguirlos en RRSS donde los encontrarás con este mismo nombre, al igual que a Rafael Fernández de Zafra tanto en Facebook como en Instagram. Gracias por escucharnos. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1351627 5s2023
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenido y bienvenida a Perretes, el podcast donde descubrirás cuál es esa raza con la que compartes estilo de vida y carácter. Soy Toñi Martínez, una enamorada de los perretes. Todos los ladridos que escuchas en cada capítulo son sus voces originales.
El ser humano, desde el momento de la domesticación de aquellos primeros lobos que terminarían siendo nuestros perros, ha seleccionado y cruzado a aquellos que han mostrado esas características que le han resultado útiles. Hoy te hablaré de una raza que nació para trabajar en grandes haciendas, las fazendas de Brasil, dócil, solo y exclusivamente con su propietario y totalmente desconfiado con el resto.
El fila brasileiro. El 7 de junio de 1494 se firmaría el Tratado de Tordesillas entre España y Portugal, para resolver la disputa en la que se encontrarían sobre la posesión de las tierras recién descubiertas en América. Aunque Cristóbal Colón llegó al continente en 1492 bajo bandera española, Portugal también tenía ambiciones expansionistas y una fuerte presencia naval en el Atlántico.
En éste se establecía una línea divisoria a 370 leguas al oeste de las Islas Cabo Verde.
Las tierras al oeste serían para España, las tierras al este para Portugal, que tenía una flota más poderosa y dominaba las rutas marítimas hacia África y el Índico.
El tratado beneficiaría a Portugal, pues sin saberlo, la línea incluiría una parte de Sudamérica, que sería descubierta en 1500 por Pedro Álvarez Cabral, que hoy conocemos como Brasil.
Cuando los portugueses comenzarían con la colonización, llevarían también animales domésticos y de carga que no existían en América, fundamentales para la agricultura, el transporte y la alimentación de la colonia. Vacas, ovejas y cabras para la producción de carne, leche y cuero. Bueyes y caballos para la agricultura y el transporte. Cerdos y aves de corral y, por supuesto, sus perros.
El podengo portugués, culebra el rústico usado para cazar especialmente liebres y otros animales pequeños. Sabuesos ibéricos, similares al actual perdiguero portugués para la caza menor. El rafeiro do alentejo, grande y fuerte usado para proteger al ganado y a los asentamientos de posibles ataques. El cao de Castro laboreiro, de tipo montaña, usado como guardián de propiedades y rebaños, y los antepasados de filas portugueses.
Estos perros jugarían un papel fundamental en la supervivencia y en la consolidación de los asentamientos, especialmente los de guardia, cruciales para defender las aldeas, plantaciones y puestos comerciales de los ataques de indígenas, animales salvajes o de los piratas ses, holandeses e ingleses. A medida que la colonia crecía, los perros portugueses se cruzarían con otros perros europeos.
Uno de los mayores peligros a los que se enfrentarían los colonos sería el jaguar, que cada vez merodearía con más asiduidad las granjas, atraídos por la comida fácil, por lo que les sería de necesidad un perro que tuviese la piel gruesa y suelta para que las garras de estos resbalasen y, aunque le produjeran grandes heridas, pudiesen salir con vida.
En el siglo XVII, con la introducción de la economía azucarera y el aumento del trabajo esclavo, los perros estarían en los ingenios de azúcar y en las haciendas para controlarlos, por lo que también tendrían que tener un temperamento firme y un agudo olfato para localizar a quienes trataban de huir. En el siglo XVIII, Brasil sería ya una colonia
Comentarios de Ep88: Fila Brasileiro. 2w4i4i