Entrevista con Carmen Maura 4441q

Pero nada puede en bombas, rúmbala, rúmbala, rúmbala, donde sobra corazón, ay, Carmela, ay, Carmela.

Bueno, espero que la banda sonora no haya sido un spoiler, pero vuelvo a hablar de cine.

Sabéis que a mí me encanta, perdonad por hablar de mí, pero es que vivir historias creadas para evadirte de tu realidad es de mis pasatiempos favoritos, y vivir como vivo el cine es parte tanto de mi personalidad como de mi vida.

Poder tener el lujo mis 20 minutitos a la semana para hablar de una película que he visto es un auténtico placer, pero a la vez mi pequeño rato y mi pequeña voz no hacen justicia a lo que hay detrás, ni a directores, ni productores, ni sobre todo a los actores.

Ver a tus ídolos en la gran pantalla es un lujo, tanto para mí como para cualquiera que viva las interpretaciones de manera sentida, aquellos que nos metemos en los personajes para entender su historia y aplaudimos a aquellos que consiguen crear de verdad un personaje que nos haga identificarnos y emocionarnos.

Dentro del mundo de la interpretación hay nombres y nombres, conocemos a personas del panorama internacional y de nuestro propio cine que nos gustan y que son buenos.

Hay también un grupo reducido que se consolidan como actores y actrices excepcionales, pero hay una minoría que en el momento en el que pisaron un plató o un escenario por primera vez no sabían que estaban inscribiendo páginas en los libros de historia.

Hoy tengo el placer de hablar con una de las integrantes de este último grupo, una mujer que es un ejemplo y un ídolo para una generación de personas y no solo de actores, que ha grabado su nombre a fuego en el Olimpo del cine español y que, por qué no decirlo, europeo internacional.

Una persona que con un registro tan cambiante de personajes ha conseguido cautivarnos con todos y cada uno de ellos.

Ganadora de cuatro premios Goya, junto a Verónica Forque, la mujer que más veces ha recibido la estatuilla y que ha sido merecedora de cada uno de estos premios.

Carismática, atrevida y con un carácter que define su persona y la hace única, hoy está con nosotros, ¿no hay alguien ahí? ¿Carmen Maura? Hola.

¿Qué tal? ¿Cómo estás? Bienvenida.

Pues muy bien, me encanta vuestra radio.

Sí, hemos hecho un...

En general las radios me gustan, pero es que esta yo creía que iba a ser más cutre.

Eh, cualquiera, ¿a ti te dicen que esto es una radio universitaria? Y no, ¿no te lo crees, no? No me lo creo, tenéis de todo, de todo.

Es una pasada. Y un ambientazo increíble.

Y has conocido a Lola y ya ves que nos trata bien, nos tiene bien cuidados.

Y luego todos contentos de estar aquí.

Es una maravilla, es una auténtica maravilla.

Entonces, de momento, Inforadio, como entidad, te ha tratado bien, te hemos tratado bien nosotros.

De momento genial, me acabo de comer una rosquilla lista.

Lo cual es un buen recibimiento.

No sé cómo sabíais que me encantaban esas rosquillas.

Es un muy buen recibimiento.

Oye, me encanta que te haya gustado la radio, porque es lo primero que te quería preguntar y tenemos fuentes fiables que nos dicen que trabajaste en radio.

Ya no solo que te gusta mucho, sino que trabajaste en ella.

De aquí, cuéntame tú.

Trabajé, yo había hecho la televisión, la presentada de televisión, que solo me venían vuestros padres, porque claro.

Sí, ya hablaremos de ello también.

Bueno, de paso voy a decir que tengo 78.

Lo digo siempre que voy a una entrevista para que no se olviden, porque sé que decir que...

Así te dicen, uy, qué bien estás, en vez de decirte...

Y lo estás.

Sí.

Pues, entonces, después de hacer la tele, Cebrián, que era el director del país, y tenía una radio del país, entonces me dicen, oye, ¿qué quieres enseñar a la radio? Y yo, vamos, pensé, pues con la gorra.

¡Qué va! Me pareció mucho más difícil que la tele.

Es que tiene su magia.

Porque un silencio en la tele...

Se lleva con imagen.

Se lleva con imagen.

Un silencio en la radio es como si te estuvieran ahorcando directamente.

Entonces yo me acuerdo que los primeros días, lo pasé a un grupo fantástico de jóvenes y tal, y era un programa muy gracioso, pero los primeros días no sabía ni dar la hora.

O sea, decían, ¿eh? ¿eh? ¿eh? ¿eh? Y me daba...

Me pareció dificilísimo.

Luego ya me acostumbré y ya hacía de todo.

Pero me pareció una cosa muy complicada.

Lo es, lo es, lo es.

Porque...

A ver, tiene su magia, hay que saber hacerlo.

La tele también tiene su magia, hay que saber hacerla.

Sí.

Pero el encontrarse esos silencios en radio...

Es horrible.

Que a nosotros nos riñen.

Si hay un silencio en radio, tened cuidado, eso está prohibido.

Y si hay radio, subid la música, porque no se puede.

Entonces, eso, Radio del País.

¿Y qué hacías exactamente en esa radio? De todo, de todo.

Porque en principio dije ya, bueno, yo solo trabajo con guiones, tal.

De guiones nada.

Era Moncho del Puente el que dirigía, entonces me daban las instrucciones.

Y hacía lo que caía.

Pues igual podía ser la protagonista de una fotonovela que hacíamos, que se llamaba Irina Mantecova, y todos los programas tenía un hijo.

Entonces era una que follaba muchísimo y se lo pasaba muy divertido.

Otro día hacíamos el programa de Eurovisión y yo era la presentadora, la cantante, la que traducía todo a distintos idiomas.

Ahora dilo en ruso, ahora dilo en polaco, ahora dilo en todo.

¿Y te daban el guión como última hora sin haberlo leído? No, no, sin guión.

Me lo inventaba todo.

Me lo inventaba todo.

Mejor todavía.

Y me lo pasé muy bien y sobre todo aprendí muchísimo.

Y era un equipo muy parecido a este.

Eran todos muy camberros y muy...

Sí, aquí si algo hay son camberros, desde luego.

No, y lo que hay es muy buen ambiente.

Encuentro que esto es genial.

Es una maravilla.

Somos un grupo de estudiantes, al final somos gente joven que se juntan tres y se relacionan.

Entonces está muy bien.

Entonces, un pequeño paso por...

¿Cuánto tiempo duró ese periodo de radio? Estuve una temporada con ellos.

Y luego cuando...