Entrevista al escritor Javier Mañogil 314au

Cazadores de duendes. Solo algunos libros esconden un duende dentro.

Hola desde Cazadores de Duendes, volvemos a saludarles y hoy nos encontramos ante una curiosa novela corta dotada de una singular personalidad. La pregunta de cuál es el argumento principal o en qué género literario cabría clasificar la obra, la apuesta, la respuesta sería complicada pues tiene una difícil catalogación que escapa a los esquemas y recursos más frecuentes de la literatura de género. Diremos entonces que bien podría ser un ensayo sobre el ser humano cuyo escenario se ha visto en películas o series televisivas aunque la temática y desarrollo es original y diferente.

Una apuesta es la excusa que permite al autor poner a sus personajes a prueba y confrontarlos entre sí y lo peor de todo con su conciencia. En ella el tiempo parece detenerse y la vida cobrar un sentido nuevo. Los personajes se verán expuestos en toda su desnudez y conceptos. Esta es una novela que casi podría ser una obra de teatro. Es corta, los escenarios son menores así como las descripciones pero tanto la apuesta en escena como la trama hará captar el interés del lector. Es una novela corta que al leerla lo parece aún más. Damos la bienvenida a su autor Javier Mañojil Sarabia. Hola. Hola, buenos días.

Buenos días, ¿qué tal? Bien. ¿Contento con tu obra? Sí, la verdad que sí, estoy contento, espero que al público le guste.

Seguro que sí, porque a mí me ha encantado. ¿En qué género podríamos...? Hombre, claro, claro, claro. Ahora yo hago preguntas como si yo no la hubiera leído, puesto que el público que nos está escuchando no la ha leído. Entonces, ¿en qué género podríamos situar la apuesta? Bueno, como bien has dicho, es complicado ponerla en algún género, la verdad, entonces no sabría decirte en qué género.

Como tú dices, sería algo psicológico, más bien de diálogo entre los personajes, pero en fin, es una obra, como dices, muy bien corta y sin ninguna intención de ponerla en ningún género, la verdad. Pues fíjate que es corta pero hace pensar largo, porque a mí me ha hecho pensar lo siguiente, estamos rodeados de estereotipos, estamos rodeados de costumbres y de una raíz cultural y religiosa, estamos influenciados por muchísimas cosas.

Ahora tú imagínate, ya que has hecho este ensayo, porque para mí es un ensayo, ya que tú has hecho este ensayo, tú imagínate que eres un extraterrestre y llegas a... y ves la tierra desde arriba y nos ves a todos desde arriba y dices ¿qué hacen? ¿Están locos? ¿Qué forma de vivir es esta? ¿Qué conceptos tienen de la vida? ¿Qué conceptos? Pero en todo, en todo.

Habría que hacer un mundo virginal y empezar de nuevo para evitar todas las cosas que están ocurriendo hoy día, en la actualidad, porque estamos llegando a vamos a un cataclismo personal con el campo, con el espacio, con todo. ¿No te parece? Sí, en principio, aunque yo no tenía la intención cuando escribí la novela de llegar a eso, cuando después de escribirla y después de revisarla y después de leerla tantas veces cuando la estaba corrigiendo, al final es verdad que sí que saqué la conclusión de que el ser humano en realidad se pasa la vida haciendo cosas que realmente no gustan, no le gustan simplemente porque tienen que hacerlo porque así lo han educado y es una contradicción en cierta forma, que el ser humano busque más a veces el ganar dinero, que el sentirse bien en un trabajo o en algo y al final en eso va la novela ¿no? En sentirte bien tú contigo mismo a la hora de vivir una vida en sintonía no sólo con lo físico sino también un poco con esa parte creativa tuya, esa parte más llamamos más espiritual, más que te haga sentirte bien y eso en realidad