
Entrevista 7. Activismo feminista y resiliencia, de la mano de Merce Gomez 62i69
Descripción de Entrevista 7. Activismo feminista y resiliencia, de la mano de Merce Gomez 3r2017
Una vida dedicada al movimiento feminista y las luchas sociales x6l2v
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Musas, un podcast para donas que desechan donas.
Musas.
¿Pero esto qué es? Siempre me he encontrado con minorías como mujer.
Pero sin ser conscientes que éramos pioneras, esto es muy lento porque es un cambio de mentalidad.
Buenas tardes, Musas.
Aquí nos encontramos nuevamente en una entrevista que es muy interesante.
Hoy la haremos en castellano.
No hay problema porque ella también es catalana, pero podemos hablar en castellano y en catalán.
Buenas tardes, Merce.
¿Te presentas? Hola, ¿qué tal? Me llamo Merce Gómez Llobregat.
Nací en Terrassa en el 5 de junio de 1955, el mismo día y mes que Federico García Lorca, con distancia, claro.
¡Vaya! Una jovencita.
Exactamente.
Él nació en 1898, el 5 de junio, yo en el 55.
Yo un poco, no sé bien la Lola qué quiere, pero yo un poco, mi histórica, o mi implicación con el activismo feminista ha estado siempre, desde muy jovencita.
Nací en una familia con tres chicos, tres chicos, yo la segunda, y la que rompí reglas, pero por sentido común, fui yo.
Es decir, bueno, no tengo que venir a las 9, venir a las 10, mi padre, sí, hombre.
Sí, sí, es que voy...
En esa época vivimos en Almería cinco años y hace calor, la verdad.
Mi hermano era muy obediente, pero aquí es la única que decía, no, no, yo me voy a ir a las 7, pero yo vendré a las 12 de la noche.
O sea, que tú ya marcabas tu camino.
Sí, porque no le veía sentido.
Le decía, es que no, con el calor que hacía en Almería, ¿qué iba yo a hacer a las 4 de la tarde? Bueno, por si estáis pensando, esta mujer qué decidida, pues sí, realmente esta señora, por decirla, porque señora, señorita.
No, no, ya señora, ya tengo 69 a punto de la entrada de los 70.
Exacto, esta señora es una activista de tomo y lomo aquí en nuestra ciudad, en Terrassa, ¿verdad? Bueno, yo, bueno, aparte de notar que no entendía yo por qué el hecho de ser mujer, por ejemplo, el hecho de estudiar, bueno, tuve la suerte de tener un maestro que fue a mi casa a decirles a mis padres, a mi padre y a mi madre, de que yo estudiara, que me veía espabilar y que estudiara ingreso y bachillerato y tal y casi convenció más a mi padre, porque me decía lo típico de la época que aún todavía pervive, ¿no? De que, ¿para qué vas a estudiar a las niñas y para casarse? ¿Para qué vas a estudiar? Ya, claro.
Menos mal que mi padre decía, bueno, como el otro, el maestro insistió, pues yo estudié bachillerato hasta que pude.
Como te he dicho, marchamos a los 15, yo cuando tuve 15 años nos fuimos a Almería porque mi padre se quedó sin trabajo y ahí estuve estudiando.
Y ahí ya milité, empecé a militar a los 15 y 16 en una organización, Organización Comunista de España Bandera Roja, que ahí había un núcleo en Almería y en el Ejido, en la zona donde hay los invernaderos ahora.
Y ya, o sea, me impliqué.
Era una época que no se podía expresar libremente, te tenías que reunir clandestinamente, no podías...
Y la mujer todavía peor.
Bueno, piensa que yo siempre estaba en núcleo, grababan células de organización, se llamaba la célula, pues tiene una estructura así como la base del ser vivo, ¿no? Sí.
Y siempre era yo la única tía.
En Almería había cuatro tíos y yo en la célula de Almería de Bandera Roja.
Ahí está.
Siempre me encontraba con minorías como mujer.
Y tú siempre reivindicándote, ¿no? Reivindicando, sí.
Bueno, aunque no sabía bien bien, pero ellos también, como me veían como era, supongo que tenía un cierto...
Como un trato intentando...
Como muy respetuoso y un trato muy igual porque yo lo exigía, ¿no? Sin decirlo, no sabía bien bien que estaba haciendo feminismo.
Igual que montamos también allí un equipo en el 71 de fútbol que yo hacía de portera, pero que el objetivo fue para sacar dinero.
Pero sin ser conscientes que éramos pioneras y se hicieron dos equipos de chicas de ciencias y letras y nos fuimos por los pueblos, por Macael, por...
Incluso jugando fútbol un partido en el centro, en el campo de fútbol de la Almería.
Esto en el 71.
Cuando ya conseguimos los dineros para el viaje, se eliminamos ya.
Y además salíamos con unas camisetas de un conejito del Playboy.
¡Anda! Era la única discoteca que había en Almería.
Yo no sé, algunas de las compañeras que solían ir a la discoteca se disfrazaban como más mayores y entraban.
Supongo que debido a eso.
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