En Lontananza. El Síndrome de las 13:30 62i2v

En tan danza jueves trece de enero de dos mil veintidós hola amigos amigas qué tal estáis bueno parece que he pillado un poco de racha esta semana además parece que la racha está enfocada una clave no sé como decir un tanto nostálgica o estímulos que me hacen y me hacen mirar al pasado os cuento porque bajado hacer como de costumbre una pequeña tarea pero antes querido tomarme un café tranquilamente solecito con un cigarrillo vicios que no tendré que no acabo desprenderme tampoco sé si quiero la verdad sé que es algo que debo pero qué bueno que no quiero pero no vengo a hablarnos de de mi hábito de mi vida y mi adicción al tabaco vengo a hablarles de que bueno como os decía pues estaba yo tranquilamente tomándome mi café cuando mi pitillo pero sin una un momento que estaba pensado que yo contemplaba como de gran disfrute de relax se veía constantemente vamos a decir amenazado por el tiempo esa presión que tengo que ir a hacer un recado justo antes de ir a buscar a mi hijo nicolás que viene del cole un poco contrarreloj un poco bajo esa presión del tiempo y pensando en ello reparado en en lo poco que me gustan los horarios pese a que bueno pues al final buena parte de la vida occidental y de un porcentaje muy importantes de la población por estos lares pues está sujeta esta enmarcada en esa estructura no lo que marca el tiempo lo que marcan los horarios lo que marcan las responsabilidades y bueno pues supongo que tiene que ser así pero al mismo tiempo pues es como que es algo que es que nunca me ha gustado especialmente supongo que a poca gente inteligente que sí que es que pueden necesitar esa estructura yo por ejemplo siempre disfruto mucho ahora estoy pensando más que enclave negativa estoy pensando la clase positiva de clave positiva mejor dicho de cuando se alarga un verme y te dan las cinco de la tarde y o las vacaciones también el espacio ideal para para no tener para no tener que consultar el reloj en el que tiene es estas liberados de ese yugo al que nos somete el tiempo que se someten las responsabilidades que además están obtenidas como digo por las manecillas del reloj bueno el caso es que también esto os decía antes que me ha hecho mirar un poco enclave nostálgica me he acordado de algo que me ocurría cuando vivía con mis padres eran bastante yo creo que sobre todo bueno cuando era pequeño pues igual no me daba tanta cuenta pero tiempo después si percibía que eran bastante inexorable eso bastante estrictos en cuanto por ejemplo el horario de las comidas y siempre la hora de comer el cual yo estaba con los amigos e incluso y haciendo estoy pensando que siendo bastante mayor día porque tenía móvil y recuerdo que me llamaba madre cuando vas a venir a comer te estamos esperando venga siempre solía ser en torno a la una y media de la tarde recuerda un poco antes una y veinte quizá no y como era tan habitual en aquellos tiempos pasada la mayor parte de mi tiempo de ocio la pasaba con mis amigos pues les hacía gracia me estoy acordando de mi amigo david de haro a quien alguna vez ya mencionado aquí mirando el león tardanza pues bautizaron esa costumbre vamos a decir en mi madre como el síndrome de las trece treinta es decir sonaba el teléfono como digo en torno a la una y veinte un cuarto del mediodía era ya casi la alarma el aviso de que tenía que ir a comer bueno pues ellos se reían y yo me