Elecciones en Alemania | De la globalización a la deslocalización 3c132l

Hola, les damos la más cordial bienvenida a En Geopolítica, en su quinta temporada, este espacio alternativo en lengua hispana para entender el mundo en el siglo XXI.

Abrimos el programa de hoy, domingo 23 de febrero de 2025, iniciando esta transmisión desde la ciudad de La Paz, en Bolivia, con ustedes, Javier Zarate Taborga.

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Bienvenidos, 3 años, unas elecciones críticas y el actuar del extorsionador.

Se recuerdan en unas pocas horas el final del tercer año desde que, salvo para un grupo de desorientados, la Federación Rusa, gobernada por Vladimir Putin, invadió por segunda vez en este primer cuarto del siglo XXI a su vecina Ucrania.

Se esperaba que ese país, que tiene la geografía más grande de todos, es apenas poco más de un millón de metros cuadrados que toda América del Sur, arrase a esa antigua república soviética de Ucrania en cuestión de semanas. Que el presidente de ese país, que tenía como currículum más importante protagonizar una serie cómica en la que por accidente se convertía en presidente de ese país, escapara y abandonara a ese estado que lo había elegido. Y que Rusia aleccionara sin mayor problema esas extensas zonas ucranianas a su territorio, bajo el argumento de que son rusófonas, y que claman por volver a la gran madre patria rusa, y se quedará con eventualmente otros territorios por otros intereses.

Ahora que se inicia el cuarto año de invasión, no ha sucedido ello. Ucrania a un altísimo costo de vidas, destrucción, una economía que ha soportado un proceso de desarticulación terrible como genera toda guerra. Ha soportado el embate de un ejército muy superior, pero pareciera que no entiende la necesidad de esta guerra, y por lo visto no le pone el interés suficiente. Se ha detenido en muchas ocasiones avances que parecían definitivos.

Su líder Molody-Mersalensky no huyó y se mantuvo permanentemente a la cabeza visible de la resistencia a esa guerra de invasión, que reitero no se la puede llamar de otra manera, pero que ahora se enfrenta a una coyuntura en la que todo se puede venir abajo.

Porque la eventual decisión, limitada del apoyo europeo y estadounidense en esos tres años, provocó que ante el cambio de gobierno en el antiguo enemigo acérrimo de la Rusia soviética del siglo XX, todo se resuelva bajo la lógica de la extorsión.

Donald J. Trump, quien cree ser merecedor de un Nobel de la Paz, ha decidido terminar los conflictos en los que, aun con la debilidad estadounidense de las últimas décadas,