"Él" de Howard Phillips Lovecraft 6k4j1l

El un relato de jabón félix los crash test lo vi una noche de insomnio cuando pasea desesperadamente tratando de salvar mi alma y mis visiones me interesa una nueva york que habían sido una equivocación porque al buscar el prodigio y la inspiración en los laberintos hormiga antes te calles antiguas que ser interminablemente de este olvidados patios y plazas y muelles hasta patios y plazas y muelles olvidados también y en las torres ciclo peas y pina culos que sellar necrosis clónicos bajo luna menguante es no había encontrado sino una sensación de horror y opresión que amenazaba con dominar me carne y aniquilar el de su encanto había sido gradual al llegar por primera vez en la ciudad de origen el crepúsculo desde un puente majestuosas por encima de las aguas son increíbles cúspide sin pirámides alzándose delicadamente como flores entre están que bruma violeta para jugar con las nubes en sentidas y los cruceros de la tarde luego se encendió ventana tras ventana por encima de las trémula las corrientes donde había al internas que cabeza se deslizaban y unos cuernos profundos emitir gemidos centrales y ella misma se convirtió en una estrella lo firmamento de sueños tú mágica música identificándose con las maravillas de charcas son isa mar canta y el corazón y con todas las ciudades gloriosas y místicas poco después me llevaron por esos rincones antiguos tan caros a mi fantasía estrechas tortuosos callejones y pasadizos donde parpadeaba en las fachadas té rojo ladrillo georgiano con sus buhardilla estoy cristales pequeños sobre portales con columnas que en otros campos vieron chorradas sillas te mano y decoradas carrozas descubrir en mi primer entusiasmo todas estas cosas largo tiempo deseadas creía haber alcanzado efectivamente los tesoros que con el tiempo harían de mi un poeta pero no el éxito y la felicidad la chicha una luz del día reloj tan solo cree no sirva de elefante asís de piedra que se le paga y se extendía nazi donde la luna había puesto encanto image antigua en las multitudes de gentes que servían por la calles el riad hadas esto conformadas por extranjeros son rechoncho sean tejados de rostros duro y ojos estrechos extranjeros astutos sin sueños y afinidades con el paisaje de su entorno y que jamás tendrían cosa alguna que ver con un hombre de ojos azules del antiguo pueblo que llevan las callejuelas y los limpios y blancos campanario de las villas de nueva inglaterra en el corazón así que empecé la inspiración poética que había esperado méxico sólo una negrura estremecedora soledad indecible y comprendí al fin la espantosa verdad que nadie se había atrevido jamás a formular inconfesables secreto de los secretos que esta ciudad se hecha de piedra y experiencias no es una perpetuación sensible del viejo nueva york como londres lo es el viejo londres y parís del viejo parís sino que está completamente no basta con el cuerpo en perfectamente embalsamado estaba con vida tan pronto como hice este descubrimiento dejen de dormir tranquilo sin