Documental Los Últimos Espartanos 3t1915

En el angosto paso de las Termópilas, en el norte de Grecia, 7.000 soldados de la Antigua Grecia aguardan un ataque de proporciones épicas.

No tardarán en enfrentarse a la mayor fuerza de combate jamás reunida hasta entonces.

Casi 300.000 soldados del poderoso Imperio Persa.

Al vanguardia de los griegos, 300 de los más feroces guerreros de la Antigüedad.

Los espartanos.

Los 300 espartanos eran las fuerzas especiales de la Antigüedad.

Su misión era mantener ese paso o morir en el intento.

Los expertos en historia militar han mostrado un interés inusitado por los espartanos debido a su valentía, honor y sacrificio en las Termópilas, ya que ninguno de ellos saldría de ese paso con vida.

La Batalla de las Termópilas es una de las más famosas de la historia.

Es como el Álamo de la Antigüedad.

Pero también será recordada como la batalla que determinaría el curso de la civilización occidental y el destino de la democracia.

En este desfiladero, pocos lucharon contra muchos.

Y 300 valientes guerreros libraron su última batalla.

Los últimos espartanos.

Episodio 1.

Año 480 a.C.

El rey Jerjes, gobernante del poderoso Imperio Persa, llega al nordeste de Grecia.

Jerjes lidera la maquinaria de guerra persa, la mayor fuerza de combate jamás reunida en el mundo antiguo.

El ejército persa era el más grande y sofisticado del mundo en esa época.

En cualquier momento podía disponer de un ejército de 100.000 hombres dispuestos para el combate.

Pero para esta invasión, Jerjes podría haber reunido un número incluso mayor de soldados.

Las últimas estimaciones hablan de un ejército de unos 300.000 hombres, pero hay quien cree que podría haber alcanzado los 2 millones, una cifra similar a la de todos los combatientes que lucharon en Normandía durante Día de...

Era el mayor ejército que cualquier griego vivo habría visto atravesar su país.

Una flota de un millar de barcos de guerra escolta al enorme ejército de tierra.

El imperio persa es inmenso.

Sus fronteras se extienden desde el río Indo, en la India, hasta el río Nilo, en Egipto.

Fue con mucho el mayor imperio del mundo antiguo y disponía de una riqueza enorme.

Durante cinco años, Jerjes utiliza esa riqueza para reunir soldados, construir barcos y comprar suministros y alimento para su invasión de Grecia.

Su intención es reducir a cenizas la ciudad-estado griega de Atenas.

Debemos detenernos a considerar la increíble diferencia de tamaño entre ambos adversarios.

En primer lugar, Grecia, con una población de unos 500.000 habitantes, que prácticamente no tiene influencia en el mundo.

No es más que un rincón, su relevancia es casi nula.

Y comparémosla con el imperio persa, formado por millones y millones de pueblos distintos, que era literalmente el mayor imperio del mundo en esa época.

Sería como si todos los estados de los Estados Unidos se confabulasen para atacar a Cuba, por ejemplo.

Algunos historiadores creen que Jerjes intentaba conquistar Atenas para ampliar su imperio hacia el oeste.

Pero otros creen que su intención al invadir Grecia era castigar a Atenas por apoyar una rebelión contra Persia 25 años antes.

Sea cual sea el motivo del ataque de Jerjes, esta invasión se produce en un momento crucial de la historia de Atenas.

La democracia, uno de los cimientos de la civilización occidental, es aún muy reciente.

Y esta invasión amenaza con destruirla durante sus primeros pasos.

Jerjes reúne su ejército en la provincia persa de Lidia, en la actual Turquía, y marcha 1300 kilómetros hacia Grecia, rodeando el mar Egeo.

En agosto del año 480 a. C., llega a un angosto desfiladero, Las Termópilas, el histórico lugar donde los griegos se convertirían.