Día 1: El Comienzo del Fin 1m13b

Día uno el comienzo del fin lunes doce de abril hoy ha sido el día más extraño de mi vida la mañana comenzó como cualquier otra me desperté temprano salí a correr por el albaicín y disfrute de las vistas del amanecer sobre la alhambra las calles estaban tranquilas casi vacías y el aire fresco de la mañana era revitalizante nunca podría haber imaginado lo que sucedería después todo cambió al mediodía estaba en la plaza nueva comprando pan en la panadería de siempre cuando escuché los primeros gritos un tumulto de personas corría desesperada hacia la gran vía algunas empujando a otras cayendo y levantándose de nuevo una mujer gritaba algo sobre mordeduras y enfermedad mi primer pensamiento fue que alguien había soltado a un perro rabioso decidí alejarme de la plaza y regresar a casa lo antes posible en mi camino pasé por la catedral de granada donde una multitud se había congregado rezando y llorando el móvil en mi bolsillo comenzó a emitir un mensaje de emergencia pidiendo a todos los ciudadanos que se refugiaran en sus hogares y evitarán el o con cualquier persona infectada a medida que avanzaba la ciudad parecía más y más desolar da las tiendas cerraban apresuradamente y los coches se amontonaban en atascos imposibles de resolver al llegar a mi edificio en el realejo vi a mis vecinos del primer piso la familia garcía empaquetando sus cosas en el coche me dijeron que planeaban salir de la ciudad dirigirse a la sierra a algún lugar según oro y aislado entre en casa y cerré todas las puertas y ventanas encendí la televisión pero no había mucho más que caos en las noticias había informes de ataques violentos en toda la ciudad los periodistas hablaban de una infección que se propagaba rápidamente pero nadie sabía realmente qué estaba pasando por la tarde el barrio se quedó en silencio cada tanto escuchaba ruidos provenientes de la calle pasos apresurados gritos lejanos y de vez en cuando un golpe sordo me asomé por la ventana una vez vi a un hombre tambaleándose por la calle su ropa estaba desgarrada y su cara pálida como un cada a ver ahora mientras escribo esto estoy en mi habitación con la puerta cerrada y la radio encendida a un volumen bajo el cielo se ha vuelto de un color anaranjado oscuro casi como si la ciudad estuviera ardiendo no sé qué esperar del mañana pero una cosa es segura granada nunca volverá a ser la misma hasta mañana si es que hay un mañana