Derechos humanos de 1948, ¿son derechos naturales? FORJA 300 4n1t2b

Bueno, pues vamos a dar comienzo a la segunda lección que lleva por título, como ha dicho Paloma, ética, moral y política. ¿De qué voy a hablar ahora en los próximos minutos? Bueno, básicamente voy a intentar, igual que en la primera lección, he intentado transmitirles unas nociones básicas de la filosofía política del materialismo filosófico. En esta segunda lección el objetivo es, por así decir, tender puentes entre lo que es la política tal y como la entiende el materialismo filosófico y dos ideas muy relacionadas pero que son completamente distintas, que son la idea de ética y la idea de moral.

Dicho esto, para las personas que luego estén interesadas en completar las cuestiones que aquí vamos a tratar, pues la recomendación sería leer el libro de Gustavo Bueno, El sentido de la vida, que es donde él trata pues las cuestiones que yo aquí voy a analizar de una manera, pues muchas veces telegráfica, donde él las trata con más cuidado, ética, moral y política.

Bien, pues vamos a comenzar intentando un poco ir acercándonos a esa distinción que hay que hacer entre lo que es la ética, lo que es la moral y lo que es la política. Ya digo que el materialismo filosófico distingue y no es habitual entre estos tres planos, el plano de la ética, el plano de la moral y el plano de la política. Tres planos que el materialismo filosófico distingue a pesar de que habitualmente se suelen confundir, pero resulta imprescindible distinguirlos cuando uno analiza muchísimos problemas del presente en marcha.

Ya veremos, y espero que después de la lección esto quede claro, que el materialismo filosófico esta distinción que hace entre ética, moral y política no la hace por una especie como de... bueno, pues como una cosa que se invente el propio materialismo filosófico, sino que es algo, por así decir, que piden las cosas mismas, por así decirlo.

Que es que la propia realidad ya exige que tomemos en consideración esta distinción para que entre estos tres planos, porque si no las cosas se oscurecen bastante. Bien, el problema es que habitualmente o no se distingue entre ética, moral y política o cuando se distingue se hace de una manera muy peculiar.

Vamos a repasar algunas distinciones que son habituales y que generalmente con las que mayor parte de las veces se funciona, pero que ni mucho menos son correctas. Generalmente en España, en la estela de José Luis López Aranguren, Javier Muguerza y sus discípulas, las habitualmente llamadas las muguercitas, pues se suele decir lo siguiente, ética es el estudio o tratado de la moral.

Como si sólo los profesores de filosofía especialistas en ética fueran los que verdaderamente supieran de ética, es decir, todos somos agentes morales, todos tenemos comportamientos morales, pero oye, de ética, que es el tratado de la moral, esa reflexión sobre la moral, de eso es un conocimiento que solamente pertenecería a los profesores de filosofía.

Bueno, esta es la visión en España, sobre todo de José Luis López Aranguren, Javier Muguerza, Adela Cortina, etcétera, todas sus discípulas. Es curioso porque esta también es, por ejemplo, no hace mucho se veía en el grupo europeo de ética de la inteligencia artificial, pues también hace la misma distinción, se mueven las mismas coordenadas.

Moral, todos somos agentes morales, pero inmediatamente aclara, ética es la reflexión que tal que forma parte de la filosofía, como si la ética solamente la practicaran los profesores de filosofía, lo que se suele llamar a veces la comunidad ética. Claro, el problema es que esto convierte a los profesores y a las profesoras de filosofía en una especie de curas, de curas laicos, que serían los que estarían, por así decir, en el secreto de lo que es la moral, porque son los únicos que entenderían de moral, lo cual nos lleva a una especie de elitismo absurdo, porque olvida que todos, cualquiera de nosotros, pues que todos somos filósofos, aunque filosofías haya muchas, todos somos filósofos y todos pues discutimos, qué sé yo, de problemas éticos como son, qué sé yo, pues el aborto, la eutanasia, cuando hay un asesinato, etcétera, etcétera. Por lo tanto, cualquier persona, cualquier ciudadano,