Denise Amber Lee k6ef

El 17 de enero de 2008, Denise se encontraba como cada mañana en casa cuidando de sus dos hijos pequeños, mientras que su marido estaba en el trabajo. Todo marchó normal, la joven hizo los quehaceres y pasó tiempo con los niños, sin saber que pronto todo cambiaría. A las 11 y 21 de la mañana, Denise llamó por teléfono a su esposo y hablaron sobre el buen clima que hacía afuera y que lo mejor sería abrir las ventanas para dejar entrar un poco el sol y el aire fresco.

Luego cortó la llamada. Esa sería la última vez que escucharía la voz tranquila de su mujer antes del horror que quedó grabado en otra llamada. Nathan llegó a casa a las 15.30 horas. Lo primero que le extrañó fue que las ventanas estaban cerradas. Pero eso no fue lo peor. Su mujer no estaba por ningún lado y los niños estaban solos en la cuna.

A partir de ese momento inició una búsqueda desesperada que terminó de la peor manera. ¿Qué le hicieron a Denise Amberly? Denise Amberly nació en Iglewood, en el estado de la Florida, el 6 de agosto de 1986. Era hija del sargento Rick Goff y de Sue Goff. El amor entre ella y su esposo Nathan fue instantáneo.

Poco después de su primera cita, el joven le compró un anillo con forma de corazón que ella nunca se quitó. Más tarde, el anillo se convirtió en una prueba clave de su crimen. Aquel día de enero de 2008, cuando Nathan llegó a casa y no encontró a su esposa por ningún lado, hizo una llamada al 911. Pero no sería ni la primera ni la última de este caso. Una hora antes, un vecino vio llegar un coche verde oscuro sospechoso a casa de los Lee y también dio aviso a las autoridades.

Este coche era de Michael King, quien entró a la casa de la familia y tomó a Denise a la fuerza y la subió a su coche. Primero, el malviviente se dirigió a la casa de un primo suyo a quien le pidió prestada una pala, una lata de gasolina y una linterna. En ese momento, Denise supo que era su única oportunidad para pedir ayuda. Para su suerte, King había dejado su móvil en el coche, por lo que pudo marcar al 911. Lee pidió ayuda al operador en una llamada que duró varios minutos, en los que suplicó diciendo por favor unas 17 veces.

En pánico logró responder a las preguntas del operador hasta que King regresó y astutamente Lee fingió hablar con él mientras le daba indicaciones al operador. No obstante, su secuestrador la descubrió y le quitó el teléfono. Mientras lo tomaba, se le oía rogarle a King que no la matara porque tenía dos hijos, pero este monstruo no iba a tener piedad con ella.

Mientras el coche se dirigía a la casa del infierno en Northport, a Lee sólo le quedaba esperar que las autoridades rastrearan al secuestrador y la regresaran a salvo con su familia. Pero hubo un detalle que empeoró la búsqueda. El teléfono de su secuestrador era descartable, por lo que no podían rastrearlo vía GPS, pero sí pudieron hallar que el propietario era Michael King. Lamentablemente nadie la protegió cuando King abusó sexualmente de ella y luego la asesinó sin piedad.

Michael King la llevó a una zona remota y pantanosa. Después de cavar una tumba poco profunda, le disparó en la cabeza y la metió dentro. Luego se sumergió en un estanque para tratar de quitarse la sangre de la ropa y la piel antes de volver a su casa y fingir que nada había pasado. Unas seis horas después de que se denunciara la desaparición de Lee, King fue arrestado. Tristemente ya era demasiado tarde para Lee. Un día después de los hechos, el cuerpo de Denise Amber Lee fue descubierto en el bosque.