Debate A Fondo - Fascismo sin corbata 5p1jf

Hablamos hoy en Enfoque Crítico sobre el auge del fascismo y la extrema derecha del neofascismo entre jóvenes burgueses y jóvenes y no tan jóvenes de clase obrera desideologizada.

¿Por qué ese auge del fascismo entre la juventud burguesa? ¿Por qué la extrema derecha, el neofascismo, está ganando terreno entre la clase obrera? ¿Cómo puede el comunismo, el marxismo o el leninismo combatir esta tendencia? ¿Cómo el capitalismo utiliza al fascismo para dividir a la clase obrera? ¿Papel de las crisis económicas, la alienación y la pérdida de presencia ideológica de izquierda? ¿Esta progresía chiflada y barata? Es verdad que la inestabilidad económica conduce a la búsqueda de chivos expiatorios. El apoyo de la burguesía al fascismo para proteger sus intereses, la desilusión de la clase trabajadora o los movimientos de izquierda tradicionales, los pigiprogres burgueses socialdemócratas, el papel de los medios de comunicación y la educación en la difusión de ideologías de extrema derecha.

Hay que llamar a la acción, enfatizando la necesidad de la conciencia de clase y la organización revolucionaria. Combatir movimientos de extrema derecha y sus vínculos con los intereses capitalistas. La alienación en las sociedades capitalistas modernas lleva a la búsqueda de soluciones simplistas. El fracaso de las reformas socialdemócratas, progres de Besitos y Piquiños, conduce al desencanto de la clase obrera.

La importancia de reconstruir la conciencia de clase, fortalecer las instituciones proletarias como sindicatos de clase, organizaciones, colectivos, mientras restar la propaganda capitalista, fascista y la solidaridad internacional se antoja necesario. Acabar con la hegemonía burguesa, la explotación y la sobreexplotación capitalista. Como diría el camarada Lenin, el fascismo no es un accidente, sino un producto histórico del capitalismo monopolista en su fase imperialista.

El fascismo es un brazo armado, descapital en crisis. La burguesía, ante el miedo de perder privilegios, promueve narrativas xenófobas y autoritarias para dividir a las masas. Los jóvenes de clase alta o burguesa, o esa falacia de clase media, alineados pero herederos del poder, ven en la ultraderecha, en el neofascismo, un escudo contra el avance obrero.

Es la respuesta violenta a la amenaza comunista. En crisis económicas, el gran capital financia a grupos fascistas para sabotear huelgas, movilizaciones y todo tipo de avance social.

Es histórica la alianza entre burguesía y camisas pardas. Sumemos a toda esta mierda el rol de las redes sociales. Algoritmos capitalistas bombardean a jóvenes con conspiracionismo creando pánico moral. La educación burguesa, que borra la lucha de clases, facilita este adoctrinamiento. La cultura gamer o los influencers reaccionarios convierten el odio de clase en meme. Es una guerra cultural para capturar el descontento.