
Descripción de Dando Caña | 11/04/25 391e11
Pedro Sánchez visita China y declara que el régimen de Xi Jinping es un "socio imprescindible para Europa y España". Pero, ¿a qué precio? Mientras evita mencionar los derechos humanos o la represión política, el presidente del Gobierno apuesta por una política exterior ambigua en plena tensión entre China y Estados Unidos. ¿Estamos ante un gesto diplomático o una cesión preocupante ante un régimen autoritario? La guerra comercial mundial está poniendo los mercados a prueba y, en este escenario, Pedro Sánchez ha tomado una decisión estratégica al acercarse a China, el principal adversario de Trump. Esta es su tercera visita al gigante asiático en tan solo dos años, un movimiento arriesgado que podría tener importantes repercusiones en las relaciones entre España, la Unión Europea y Estados Unidos. Hoy, en Dando Caña, hablamos con el portavoz adjunto de VOX en Andalucía, Rodrigo Alonso, denuncia la desigualdad en los acuerdos comerciales y el impacto que esto tiene sobre el sector primario español, sobre todo en Marruecos. El país ha impuesto aranceles del 200% a países españoles mientras que España no cobra nada a sus importaciones ¿Por qué ninguno de los grandes medios habla de esto? Como cada semana, hablamos con el analista económico José Ramón Riera. Analizamos las últimas cifras del paro en España y cómo se relacionan con el aumento de las prestaciones por desempleo. A pesar de que el paro oficial se ha reducido al 10,4%, un análisis más detallado sugiere que la realidad podría ser otra. Además, ¿por qué ha subido un 39% el gasto en prestaciones por desempleo? Un análisis crítico sobre la contabilidad nacional, el déficit público y las cifras que nos presentan En el programa de hoy, presentado por Alba Vila, contamos con la participación de nuestros contertulios: Josep María Francàs, José Ramón Rieraty Antonio Burgueño 2n2c2a
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Pedro Sánchez ha vuelto a hacer política exterior con la naturalidad de quien entra en un bazar chino buscando porcelana y sale con una lámpara de propaganda. Desde Pekín, con una escenografía tan cuidada como ignorada es allí la libertad de expresión, ha declarado que China es un socio imprescindible para Europa y para España.
El mensaje formulado en esta comparecencia, tras un almuerzo con Xi Jinping, encierra más peligros de los que parece. El presidente del gobierno ha calificado como relaciones equilibradas lo que en realidad hace una potencia el régimen comunista que juega con reglas diferentes, espionaje industrial, déficit comercial crónico y una represión interna brutal.
Mientras Estados Unidos mantiene su guerra arancelaria, España intenta navegar entre dos mundos. Sánchez no quiere molestar a nadie, es lo que dice, aunque se le nota mucho más cómodo con unos que con otros. Dice que su política no va contra nadie, pero en diplomacia, como en la vida, no tomar partido es también es tomarlo. La visita de Sánchez se había planeado desde hace meses, pero no ha podido producirse en un momento menos pertinente. La tensión entre las relaciones entre China y Estados Unidos no para de aumentar y la guerra arancelaria, desatada por Donald Trump, no da síntomas de apaciguarse.
Sánchez ha evitado cualquier alusión incómoda a derechos humanos, libertades civiles o represión política, en la misma China donde los disidentes desaparecen y en la que la inteligencia artificial se usa para vigilancia. Y mientras tanto, Xi Jinping sonríe, porque cada gesto como éste, blanquea un poco más a un régimen que no cambia, sólo se adapta. En Pekín, lo han recibido con todos los honores y Sánchez, por supuesto, ha salido encantado, como si en lugar de una dictadura estuviese visitando una democracia milenaria en versión asiática.
Así que sí, la foto ya está, la visita también, pero el mensaje que deja es muy preocupante, que en plena tensión global Europa, o al menos España, prefiere mirar hacia el dragón, aunque se sepa que escupe fuego y que está dispuesta, además, a llevarlo socio, aunque no lo sea en términos de valores. Al final, no olvidemos con quién estamos hablando, con China, un régimen comunista que ha aprendido a hablar el idioma en los negocios sin soltar jamás las riendas del autoritarismo.
Terminamos la semana y empezamos la Semana Santa, el fin de semana también, este 11 de abril, aquí en Dando Caña, Viernes de Dolores, y en el Santoral del día de hoy, celebramos San Stanislao.
Muchísimos asuntos de la mesa, sobre todo en lo que se refiere a página económica, con esa visita de Pedro Sánchez a China. Enseguida les mostraremos lo que ha dicho el presidente del gobierno, por supuesto, trataremos de analizar todas las últimas novedades que hay en página de corrupción, y además, hoy tenemos que hacer una parada en nuestra sanidad, después de que este martes, en el Consejo de Ministros se haya aprobado esa nueva ley de medicamentos, y después de que hace apenas unos días, los médicos salían a las calles a protestar, a las calles de Madrid, contra ese estatuto marco. De momento, no parece que le hayan hecho mucho caso. Y ya les adelanto otra cosa, Radio Televisión Española, ya saben que es la televisión pública, pues bien, sigue con sus fichajes, fichajes millonarios, y por supuesto, a la izquierda.
Y a la izquierda me voy yo, con José María Francas, y el primer comentario del día. Muy buenos días, José María. Sí, muy buenos días, es que mira que hay cosas para comentar, pero no me resisto a comentar lo de la señora Alegría, ayer, cuando, creo que fue ayer, ¿no?, cuando le preguntaron, bueno, yo no he conseguido oír la pregunta, pero he conseguido oír lo que dice ella que le han preguntado, con lo cual supongo que lo que dice ella que le han preguntado es lo que le han preguntado, aunque en general es una señora que tampoco es que diga la verdad casi nunca, con lo cual igual resulta que le han preguntado otra cosa, pero ella dice textualmente al periodista, o a la periodista, pues no lo sé, ¿me está usted preguntando dónde dormí esa noche?, eso es lo que dice ella, y entonces, pues parece que sí, que le está preguntando dónde durmió esta noche.
Y la respuesta, supongo que la habéis oído todos, porque viene a decir, que viene a decir más o menos, que como que no tiene que dar ninguna explicación por qué tengo que dar veracidad a esa información, por qué tengo que dar explicaciones de dónde duerme, sólo faltaría que tenga que explicar dónde paso o dejo de pasar la noche, no, claro, no tiene que dar ninguna explicación de dónde pasa la noche, excepto si la pago yo, y excepto si hay un problema donde pueda haberla pasado, entonces, igual es que si no...
Lo más coherente hubiese sido decir, pues mire, pase la noche en tal sitio y ya está.
O en mi casa, o me fui, o en el parador, pasa que claro, si dice en el parador, tenemos un problema, porque entonces hubiera habido una segunda pregunta.
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