
Descripción de Cuando Amas A Alguien Que Te Hace Daño k74i
En este audio, Omar Rueda nos habla sobre cómo podemos darnos cuenta de que la persona a la que amamos y compartimos vida nos esta maltratando, haciendo daño. Pone énfasis en darnos cuenta de la manipulación que pasamos en el principio de la relación y en superar el miedo y poder romper el vinculo traumático. Antes de empezar, queremos pedir perdón por el ruido del viento en un momento concreto del audio, aproximadamente en el minuto 3:00. Espero que este audio os sea de utilidad. Un abrazo a tod@s! y recuerda escuchar el audio desde tu espíritu crítico. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/1515563 621l39
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola, buenas, soy Omar García y vengo a presentar el audio de uno de los vídeos de Omar Rueda.
Aquí Omar nos habla sobre cómo darnos cuenta de que la persona con la que estamos nos está haciendo daño. Espero que os sea de utilidad y lo disfrutéis. Adelante audio.
Hola, muy buenas, soy Omar Rueda, ¿cómo estáis? Espero que estéis todos muy bien.
Quiero compartir con vosotros algo que me encuentro muchas veces en terapia y son personas que vienen a consulta claramente afectadas por su actual relación sentimental y que me explican con temor su situación, por miedo a ser juzgadas o por miedo a recibir un de no entendimiento por mi parte, porque es verdad, si lo pensamos bien no tiene ningún tipo de lógica querer a alguien que nos está haciendo daño, que nos hace la vida imposible, que nos maltrata. Por eso las personas que no han estado ahí en esa situación tan complicada, tan traumática, pues ni siquiera lo pueden conceptualizar en su mente. No pueden entender cómo existen personas que pese a recibir mierda a diario y perdón por la expresión, pues siguen ahí aguantando.
Pero eso es una falsa creencia que tenemos, porque sí que existen personas que aun recibiendo el desprecio de su compañero o de su compañera, siguen en esa relación por amor, por miedo, por la propia dinámica que se ha establecido en la pareja, por lo que sea, por su idea de amor romántico, por la manipulación a la que estuvieron expuestas al principio de ese romance.
Y estas personas viven en una dicotomía interna, en una lucha interna muy fastidiosa, porque por un lado hay una parte de ellas que les dice vete de ahí, sal de ahí y no vuelvas nunca más, y hay otra parte de ellas que les dice que no, que esperen que a lo mejor esa persona puede cambiar, que pobrecita, que no la puedes abandonar así, de esa manera, que la vida no tiene sentido sin esa persona. Y esa lucha, esa disonancia cognitiva, es típica del vínculo traumático, creada a partir de un refuerzo intermitente muy bien elaborado desde el minuto uno de la relación, por estos perfiles más psicopáticos. Aunque no todas las personas que maltratan son psicópatas, hay personas muy tóxicas por lo que sea que también telita.
Pero da igual, delante de lo tóxico, distancia. Y normalmente cuando estas personas llegan a consulta ya se encuentran en una fase avanzada de toma de conciencia, de que algo en su vida no va bien, de que algo en su relación de pareja no cuadra, de que su pareja tiene un problema psicológico que no llegan a entender, que no llegan a comprender. Pero cuidado con esto, cuidado con justificar el maltrato de un psicópata desde la salud mental, porque a lo mejor tu pareja no tiene ningún problema psicológico, a lo mejor tu pareja es así, por eso no tiene ninguna intención de cambiar, por eso nunca va a cambiar.
Porque para él o para ella, eso que para ti es un problema, pues no lo es, sino todo lo contrario, es su forma de vivir, de nutrirse, destruyendo a las demás personas, como tú. ¿Por qué la psicopatía no tiene cura? Porque no es una enfermedad, ni un trastorno como tal, son personas que saben lo que hacen en todo momento, lo saben muy bien.
Y podemos pensar que estas personas que vienen pidiendo ayuda, pues tienen más probabilidades de salir de esa trampa en la que llevan años viviendo. Pero no siempre es así, porque el duelo de una relación basada en el abuso invisible es tremendamente complicado de sobrellevar, porque a esa disonancia cognitiva se le añade el trauma emocional que acompaña a la víctima en esa transición.
Y es normal que haya una gran resistencia a dar ese paso hacia la ruptura, es normal que uno se retuerce en el dolor de la separación, es normal anticipar el sentimiento de arrepentimiento de la decisión que se quiere tomar de ruptura, aunque aún no se haya tomado. Porque cuando uno está envuelto en ese vínculo traumático tan potente, es lo que pasa, que se anticipa todo aquello que el psicópata nos ha inculcado en la cabeza. Y curiosamente, cuando el desprecio es cada vez mayor, más fuerte, cuando la violencia empieza a aumentar, cuando los silencios y las triangulaciones entran en su máximo apogeo, es cuando las víctimas se esfuerzan más para que esa relación funcione.
Porque esa es la base del abuso invisible, activar trauma desde esos disparadores en el presente para que la persona empiece a poner en marcha conductas de acercamiento, de negación de sí misma, de su omisión y de aceptación del maltrato, para seguir con ese proceso de normalización de lo intolerable. Y ese es el pan de cada día de muchas personas, por mucho que nos cueste de creer. Por eso, si estás pasando por esto, quiero decirte dos cosas.
La primera, para que te relajes, quiero que sepas que es normal sentirse incapaz, es normal sentirnos sin fuerzas para poder accionar movimientos de dignidad y de protección, es normal sentir regresiones o altibajos, es normal que te levantes por la mañana decidido a cambiar tu vida, a salir de esa casa y no mirar nunca más atrás, y que llegue la noche y te veas en la misma situación, es normal.
Porque no solo sales de una relación tóxica, sino que te vas a quedar en la misma situación.
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