Cristina y José Luis - Pasión por las orquídeas 33563o

Mira que estamos ya, pues eso, a 23 de mayo.

Pero tonto, mayo se nos va.

Y mira que yo siempre que llega mayo y siempre que veo el esplendor de Valdiverso siempre pienso lo mismo.

Siempre pienso en Miguel Hernández, claro.

Justo cintas de amor las guitarras, celos de amor las clavijas, las cuerdas largos de rabia.

Y relinchan impacientes por salir de serenata.

En los templados establos donde el amor huele a paja, a honrado estiércol y a leche hay un estruendo de vacas.

Que se enamoran a solas y a solas rumian y braman.

La cabra cambia de pelo, cambia la oveja de lana, cambia de color el lobo y de raíces la drama.

Son otras las intenciones y son otras las palabras en la frente y en la lengua de la juventud temprana.

En la frente y en la lengua de la juventud temprana.

Van los asnos suspirando reciamente por las sábanas, con luna y aves las noches.

Y las tardes de puro verde, de puro azul esmeraldas, plata pura las auroras parecen de puro blancas.

Y las mañanas son miel de puro y puro doradas.

Campea mayo amoroso que el amor ronda majadas, ronda establos y pastores, ronda puertas, ronda camas.

Ronda mozas en el baile y en el aire.

Espectacular como no puede ser de otra manera está el mes de mayo y espectacular está como no nuestro valle.

Tengo como decía dos invitados especiales.

Él, José Luis, se puso en o conmigo hace unos días.

Dijo que le apetecía venir y contarnos un poco lo que estaban haciendo.

Vamos, yo eso lo intuí, porque a veces yo a la gente la cojo al vuelo.

Y le dije, pues pásate, en vez de hablar por teléfono o lo que fuera, pásate y hablamos.

A su lado está Cristina y ambos, los dos, son responsables de ese grupo, de esa página de Facebook, donde, en fin, tratan, supongo, de juntar a esa gente que va por la vida, más allá de pisoteando el campo, disfrutando y observando lo que en él hay.

Y muy especialmente las orquídeas, las orquídeas silvestres que tenemos en las marindades.

Esas que no paran de sorprendernos por la variedad, por cómo aparecen, cómo repentinamente, como tantas otras plantas, como tantas otras flores, van conquistando el paisaje.

No sé nada de ellos, prácticamente nada.

Bueno, José Luis intervino en un momento dado porque estábamos hablando de la conversación que habíamos tenido con John y con Ander, hablando de sus cualidades deportivas, y él dijo, John, aparte de buen futbolista de Ander, también controla, también controla de orquídeas.

¿Y de qué no controla, verdad? Pero está la gran juventud siempre a tope.

El otro día, el lunes pasado no, el anterior, nos fuimos a dar un paseo, ya sabéis, mil lunes al sol.

Era un día, hoy ha refrescado un poco, pero ese lunes estaba especialmente fresco, incluso lluvioso.

En este tiempo de subidas y bajadas que tenemos.

Y caminamos hasta la ermita de la Hoz y de allí hasta la ermita de San Jorge.

Y el camino me impresionó.

Ya Vladimir nos ha dicho muchas veces que aunque a veces pensemos que no, arriba hay más flores que abajo.

Bueno, lo que sea, ¿no? Una cosa por la otra.

Y allí había campos de orquídeas que era alucinante.