Crímenes en Las Vegas: En forma para el asesinato · Atentado en el casino Luxor 2e3k4e

Las Vegas es la meca de los culturistas profesionales.

¡Craig Titus! A Craig Titus le llamaban el Chico Malo y Kelly Ryan era un encanto, una belleza sureña.

Se hicieron muy conocidos.

Las revistas los adoraban y los patrocinadores también.

Era como la historia de la bella y la bestia.

Él era el macarra y ella parecía la niña buena.

No iban por el buen camino.

Cuando la noticia salió a la luz, conmocionó a la comunidad del culturismo y del fitness.

Encontraron un coche en llamas.

Descubrimos restos humanos.

Le habían cubierto la cabeza con cinta americana.

Aquello no era un accidente.

No podía creérmelo.

Era imposible.

No tenía sentido.

Cuando la policía se enteró de que tenía pareja, se puso en alerta.

Se rumoreaba que hacían tríos.

Identificamos a una mujer comprando combustible líquido.

Una pistola eléctrica.

Nadie debería morir así.

Nunca volverá.

Crímenes en Las Vegas.

En Las Vegas, los físicos esculturales están a la orden del día.

Y cuando se trata de llevar el cuerpo al límite, la Ciudad del Pecado es una de las capitales mundiales de competiciones de culturismo y fitness.

Las Vegas es el epicentro del culturismo en los Estados Unidos.

El Olympia Fitness Weekend es como el All-Star Weekend en baloncesto.

Atrae a profesionales del culturismo y del fitness de todo el mundo.

Pero el culturismo no es solo una exhibición de fuerza.

Es un estilo de vida en el que la gente se obsesiona con su aspecto y su cuerpo.

Y si añadimos a la ecuación el hedonismo, las inseguridades y las drogas, puede acabar en desastre.

Eso fue lo que le pasó a una prometedora joven que acabó absorbida por esta vorágine.

El 14 de diciembre de 2005, de madrugada, recibimos el aviso de un incendio en una carretera remota.

Me llamo Josh Tomshick y era fiscal en el condado de Clark.

Sobre las cuatro de la mañana recibimos una llamada de emergencias alertándonos de que había un coche Jaguar en llamas.

Cuando lograron controlar el incendio, uno de los bomberos miró dentro del coche y lo que vio le dejó sin palabras.

La pared que separaba la parte de atrás del coche y el maletero se había quemado, así que desde el interior del coche podía verse el maletero.

Cuando alumbró con la linterna, vio que había un cuerpo en el maletero.

Había un cadáver en el maletero, así que no parecía un accidente.

Cuando la policía llegó, el cuerpo estaba tan quemado que solo pudo distinguir un rasgo identificativo.

La víctima parecía ser una mujer.

Era de estatura pequeña, pero su complexión era de mujer adulta.

Me llamo Jessie Sams.

En 2005 trabajaba como criminóloga en el departamento de policía de Las Vegas.

Podían distinguirse las caderas y la cintura.

Es lo que quedaba del cuerpo.

Me llamo Dean O'Kelley y en 2005 trabajaba como investigador en la policía de Las Vegas, en la unidad de homicidios.

Mi superior me llamó tras confirmar que había restos de un cuerpo humano y determinar que era un homicidio.

Cuando llegué, vi que el interior del vehículo estaba calcinado y que, efectivamente, había restos humanos.

Los investigadores solicitaron la ayuda de un perito experto en incendios para sacar el cuerpo.

Mientras llegaba, examinaron algunos objetos que no se habían quemado.