La creación de nuestra fachada (transcripción 1) 1s571i

Buenas, bienvenidos a este audio de unplandivino.net. Vamos a ver de los grupos del 2016 el segundo en ese año. Hay una sesión muy importante que es la creación de mi fachada. Y en este audio no voy a leer más que la transcripción de los primeros 40 minutos, más o menos literalmente hecha, del vídeo de mayo, el 21 de mayo de ese año, realizado por Jesús y María Magdalena, etcétera. En otros audios estará la lectura del esquema, quizá pronto, y quizás más más historia sobre algunas preguntas que surjan o lo que sea.

Entonces, la primera afirmación prácticamente de Jesús es que fui enseñado a temer mi dolor. O sea, a tener miedo de mi dolor. Y fijaros, todo el mundo nos dice ha sido enseñado en eso, a eso. Pero para un niño, una niña, es natural experimentar su propio dolor sin miedo. Un ejemplo que hemos visto mucho y que es maravilloso, que lo pone Jesús muy a menudo porque es maravilloso por la analogía que ya veíamos que se puede hacer con el aprendizaje físico, el del niño que aprende a caminar, respecto a todo lo demás que nos pasa como almas, ¿no? Entonces, el niño, la niña aprendiendo se cae, se hace daño, llora, libera el dolor y claro, ¿tiene miedo del miedo? Fijaros que no. O sea, ¿y tiene miedo del dolor? Porque fijaros que, vamos a parar aquí un momento, esta transcripción está en la página que enlazaré en la descripción. Es muy importante esto porque parece un poco enrevesado, pero tenemos miedo, a sentir mucho miedo. El miedo es ese círculo vicioso, digamos.

Y es una frase que yo no me invento, o sea, el terror al terror, literalmente.

Porque hemos creado muchísimo juicio sobre emociones y una de ellas es un dolor emocional, pues es el miedo. Entonces, el niño, fijaros, la niña vuelve a intentarlo como si no tuviera miedo, pues no lo tiene, ya que liberó el dolor.

Y por tanto, no hay miedo. En vez de eso, todos fuimos enseñados a reprimir nuestro dolor con dos mecanismos. El primero es el ejemplo que nos da nuestra familia de origen, que es como lo suele llamar, pues, a todos los adultos que hayamos tenido por H o por B, abuelos, padres, la madre con esa importancia emocional que tiene.

Y claro, dice, la mayoría podríamos mirar ahora, actualmente, a nuestros padres, madres, etcétera, y ver que hacen lo mismo. O sea, lo mismo que cuando éramos pequeños. O sea, tienen miedo de su propio dolor y lo controlan usando todo tipo de técnicas. Y eso es lo que hacen, temerlo y luego controlarlo. Y para tal control usan personas, otras personas, como sus propios hijos, por ejemplo, etcétera.

O sea, también actividades, sustancias, toda forma de adicción para seguir pudiendo hacerlo. Es decir, ese temer el dolor y luego controlarlo. Pero fijaros que insistamos en eso, ¿no? El miedo en sí mismo es algo que bloquea, es una emoción, tiene sustancialidad en el alma. Por mucho que, por otra parte, complementariamente, podemos decir, bueno, al final viene o es creada artificialmente por el ser humano.