Consejo de Sabios, con Mari Carmen Peraile y Cristina Soriano 06-05-2025 1w4r69

Consejo de Sabios, en Yeclamedia Radio.

Entre Semanas Santas, cuentes e historias, ya no sé el tiempo que hacía que no teníamos tertulia, pero ya no sólo eso, ya no sé el tiempo que hacía que no venían las invitadas de hoy por aquí.

¿Es verdad que Mari Carmen sí que estuvo hace no demasiado? Hola, Mari Carmen, ¿qué tal? Muy buenas.

Hola, buenos días. No hace mucho, ¿no? Lo que sí hacía tiempo era que Cristina no pasaba por aquí.

Hola, Cristina, ¿qué tal? Muy buenas.

Nada, me habías de vacaciones, pues mira, las he tomado.

Entre que sois, digamos, cuatro grupos, cuatro parejas, si más o menos cae una al mes, en cuanto hayan dos o tres martes que no hayan tertulia, la cosa ya rueda.

Vaya que sí rueda.

Así que nada, por fin las tenemos de vuelta para hablar de diferentes cuestiones.

Antes de nada, ¿qué tal? ¿Cómo están? ¿Todo bien? ¿Cómo llevan la primavera? Bueno, primavera no se nota todavía, ¿no? Bueno, sí se nota porque unas veces hace calor, otras veces hace frío.

Igual estás sudando que estás helado, yo por lo menos.

Sí, a mí me pasa lo mismo. La verdad es que la ropa incluso no sabes qué ponerte.

No sabes qué ponerte. Yo te pongo una camisita, pasa un frío que te mueres.

Tienes que llevar camiseta.

Yo me quité la camiseta y me refrié, con lo cual me la volví a poner.

Quiero estos días a sudar.

Viviendo y aprendiendo, se llama.

Hombre, ahora ya me la he quitado otra vez.

Claro, pero por eso digo que la primavera sí que se está notando.

Lo que no se nota a lo mejor es el buen tiempo exclusivo y la exclusiva, claro.

Tuvimos ahí una pincelada en torno a Semana Santa, que sí que hubo ahí un par de días intensitos, pero luego ya, de hecho esta semana viene con riego de lluvia todos los días.

Eso dicen. Ayer por la tarde cayó una pequeña agua sobre las 8 y media.

No fue nada, pero sí.

Ni cuenta.

Una marzahica.

Una marzahica, como se dice en Chile.

Ni pa' las plantas.

Bueno, lo que tampoco hubo pa' las plantas, tengo yo ganas de preguntaros cómo vivieron después de vivir una pandemia, de vivir todas las vicitudes, lo he dicho bien, que hemos tenido los últimos años.

Ya lo que nos faltaba era un apagón general que nos dejara a todos desconectados, que nos devolviera a la calle, porque las estampas en la ciudad, imagino que en todas las ciudades, pero también en Yecla, a eso de las 5 o 6 de la tarde, incluso más adelante, era tremendo.

Era como esos momentos previos a que empieza la cabalgata de San Isidro.

Todo el mundo en la calle.

Luego hablamos de cómo se están desarrollando los acontecimientos posteriores, pero lo primero, ¿cómo lo vivieron? Mari Carmen, ¿cómo te sentó a ti ese apagón de 12 horas que tuvimos en el pueblo? Pues yo me enteré mucho después, porque me pilló en el aeropuerto de Valencia y allí no se fue la luz, con lo cual, como todo el que estábamos allí, no nos enteramos de nada hasta que no salí.

Porque yo sé ir a Valencia, lógicamente, por la autovía no tengo ningún problema, pero para entrar y salir al aeropuerto siempre pongo el Google Map.

Y cuando me meto en el parking, que funcionaban las máquinas de cobrar y todo, o sea, que eso no había problema.

Aunque tengo que decir que en Yecla también funcionaban las de la hora, ¿eh? Sí, sí, hubo polémica, luego lo comentamos, sí.

Con lo cual, ya te digo, me pongo a poner el Google Map, digo, pues esto no va.

Y me pongo a intentar hablar con alguien, digo, pero ¿qué pasa aquí? ¿Qué pasa aquí? ¿Qué pasa aquí? Me monto en el coche, me pongo a poner la radio, no había ninguna emisora hasta que encontré una y estaban hablando del apagón.

Digo, anda, pero todo esto a las 2 y media de la tarde.

Y fue a las 2 y media, parece ser.

Un ratito, ¿eh? Yo me enteré bastante tarde.

Y nada, salí de Valencia como buenamente pude.

Yo siempre digo que si sale con barba San Antón y si no, la próxima concepción.

Eché carretera Alante hasta que me encontré a Alicante, digo, lo más que pueda pasar es que llegue Alicante y de Alicante me tenga que venir a Yecla.

No, pero luego más adelante ya salió Alicante Albacete, con lo cual no tuve ningún problema.

Pero el problema fue que por la noche, que también tuve que llevar a unas personas, a unas deportistas del Open de tenis, a los apartamentos Libertad, y no podían entrar porque no había clave.

No había, claro, la puerta era magnética y...

A las 11 de la noche, yo no hablo inglés, aquellas no hablaban español.

Bueno, un follón, que ya digo, bueno, no hay problema, no hay problema.

Hacía la señal de dormir, digo, aquí, en el coche.

Fue un cachondeo.

Digo, bueno, esta gente si no la puedo cometer en ningún sitio.

Claro, tampoco me podía comunicar con nadie.

No, no, si estábamos todos a oscuras.

Me lo llevo al campo, que allí tengo camas de sobra, y que por lo menos que duermen y mañana Dios dirá.

Pero sí que fue un poco...

Además, venir por la carretera daba miedo.

Estaba todo negro, además era una noche de estas cerradas, que no había luna, no había nada, y yo decía, ha desaparecido SAS, ha desaparecido Michena, porque en este caso venía de Alicante, ha desaparecido YECLA, digo, aquí no hay nada.

Aunque la sorpresa fue que, sé por la circunvalación, estaba todo a oscuras, pero cuando llegué al centro del pueblo, había luz, por lo menos las farolas de mi calle.

En algunas calles céntricas sí que se mantuvieron.

Pusieron unos generadores, parece ser, yo por lo menos vi uno que estaba por la puerta de la Escuela de Música, y digo, bueno, por lo menos en el centro del pueblo.

Pero me encontré gente hasta con velas por la calle.

Digo, pero chicos, si la Semana Santa ya se ha pasado.

Y me contesta, si no me queda ni batería en el móvil para la linterna.

Bueno, un caos.

Vaya estampas, eh.

No estábamos preparados para nada.

Y Cristina, ¿cómo lo vivió?