CONQUISTAR. Cap 45. i5318

El mejor día de la semana, ya para mí esto es un respiro poder ver a Bubi y poder comentar los problemas de fondo que tenemos las personas sobre los 45, ya 50, en donde nos sentimos ante la sociedad normal, completamente aislados y solos.

Sí, bueno, definitivamente ya estoy entrando al climaterio, los exámenes lo dicen, pero estoy sanita, estoy sanita, así que bien, check, check por un año, estamos bien, estamos bien, pasamos la revisión técnica.

Y te das cuenta que entraste bien, eso ya hay que quedarse con una piedra en los dientes, hay que entrar al principio de la vejez, al principio del deterioro, que uno acelera, que uno además acelera porque en vez de quedarse más tranquilo, se aferra a eso en la vida, y empiezas a hacer deporte, empezar a deteriorarte más, y entonces tú ya entraste bien y con eso ya es bueno, así que felicitaciones por eso primero.

Pero ya estáis con el tema.

Tengo que ir al doctor que me suplemente nomás y chau, no es mayor problema que ese, no es más que eso.

Y no, me felicitó porque estaba ya haciendo paddle, no, me piropió un montón el caballero.

Yo igual le pondría una bandera amarilla porque uno piensa que este daba al doctor, entonces me dice, mira, ¿sabes que te falta magnesio, qué helado? Ponte tú, te inventan cualquier cosa, y te ponen a tomar eso, pero seguís con tu vida normal.

Sí, pues comiendo peso.

Y esa vida normal para uno es chuparse una de whisky el fin de semana, fumar, hasta que te fijas todas esas cosas que después uno, para la culpa, se pone a hacer ejercicio hasta reventarse las rodillas.

Todavía no me reviento nada, estoy intacta.

Pero me refiero a que uno se excede, bueno, que es la forma de transpirar que uno le va quedando.

Y entonces ese juego de contraste de vida extrema, ¿te fijas? Extrema va a operar nomás.

Sí, no, cuando uno mira desde afuera, por ejemplo, en el paddle, uno mira desde afuera.

Sí, es innato.

Yo he visto, claro, yo he visto gente, o sea, yo jugando paddle siento que soy número uno.

Claro, sí.

Desde afuera es ver a cuatro ancianos, digamos, ¿no? Tratando de correr de clase en las velas.

Tratando de correr.

Ayer me pasó que en la clase, yo tengo un profesor argentino, estoy tomando unas clases, le mando un saludo a Lautaro Martínez, una extraordinaria persona.

¿Se llama Lautaro y argentino? Se llama Lautaro y argentino.

Mira.

Lautaro.

Yo siento que Lautaro es como más...

Es chileno.

Es más argentino que chileno.

¿En serio? Bueno, ahí todo mezclado.

Lautaro.

Sí, no sé.

¡Lauta! ¿Dónde está Lauta? ¡Lauta! Claro, claro.

Así que le mando un saludo y él entonces me decía, andá a la malla, chilenito, andá.

Petiso, andá a la malla.

Porque claro, yo...

Te dice el petiso pulga, pulga.

No, no, yo me estoy inventando.

Pulga, ratón, laucha, petiso.

Petiso le sale bien.

Petiso.

No sé, yo voy...

Oscar también puede ser.

Oscar, sí.

Oscar.

No, no me dice Oscar.

Oscar, andá.

Entonces, claro, yo le pego bien de un globo o cualquier cosa y entonces hay que ir a la malla y la neurona no me baja el pie para poder dar los primeros pasos para correr a la malla.

Claro.

Claro, en algunos momentos sí lo hago, pero en otros no.

O está ahí en la malla y yo creo que el miedo de que cuando te la tira en globo tenés que ir a buscarlo al fondo de la cancha y claro, entonces, puta que nada, bueno, entonces...

Ahí no lo llega.

Yo vi ayer en un partido pequeño un ratón de estos blancos de laboratorio, digamos, dando vueltas la misma cuestión todo el rato, para adelante, para atrás, para adelante, para atrás, hasta que a alguno de los cuatro le pegué como el orto, digamos, no es que uno gane el punto, sino que los otros pierden y ahí la paciencia, por eso que uno la paciencia a esta edad no puede diferenciar de la gente que es más joven, deberíamos tener más paciencia y yo creo que la paciencia a esta edad no está, tampoco está.

No, sí, yo creo que uno es más paciente, pero es que depende de lo que uno quiera esperar.

¿Para qué? ¿Toleramos no más la paciencia? Sí, somos más tolerantes creo yo, o menos, menos quizás, sí, menos tolerantes creo yo.

Es de la imagen, por dentro te digo que nos hierve, eso es lo que nos enferma, por dentro es que ya, bueno, está bien, ya lo hice, ya, no importa, pero por dentro yo te digo que hay una persona, hay alguien disparando, quemando algo, para las heridas.