La Coctelera, con José Ramón Rojo. 16-04-2025. Quintanilla de Corvio 2x6o3f

Lo más cercano está aquí, en Radio Aguilar FM, Emisora Norte.

En Radio Aguilar FM te invitamos a un cóctel.

Música de ahora y de siempre mezclada con anécdotas y datos y aderezado con un toque de curiosidades en general e información sobre Aguilar y comarca en particular.

Todo cabe en la coctelera.

La coctelera con José Ramón Rojo.

Es tiempo en este miércoles, aquí estamos una quincena más, preparados para tomarnos, para refrescarnos con un cóctel con buenos ingredientes, con los que trae como siempre José Ramón Rojo. José Ramón, muy buenos días.

Pues muy buenos días, Obel, como siempre, muchísimas gracias por tu acogida, por tu recibimiento y bueno, hoy la verdad es que un cóctel fresquito, no sé qué te diga yo, pero bueno, vamos a seguir con la tradición.

Nuestro programa se llama la coctelera, aunque hoy pudiera llamarse, podría llamarse, la cafetera.

¿Por qué? Porque hace frío, Obel, hace frío en la calle.

Pero aquí no, aquí se está muy bien, en los estudios de Radio Aguilar FM, en el 107 de nuestra emisora local.

Bueno, hoy, Obel, tengo buenas noticias, bueno, siempre las traigo buenas, intento que sea así.

Sé que nos están escuchando en Cervera de Pisuerga, nuestro vecino, nuestra villa vecina que tanto queremos y hoy voy a dedicar, con el permiso de todos vosotros, de todos ustedes, una canción, esta canción en concreto, a Teresa.

Teresa, una niña que viene a nacer prácticamente allá en el barrio de Los Mártires y que se ha hecho una mujer y que es su, con su marido y su hija, es una gran amiga nuestra y de un aguilarense como la copa de un pino.

Teresa y todas las personas que nos escucháis, vamos a empezar con una canción que se titula así, ¡Quiero abrazarte tanto! Encerro desde mi hogar con la puerta abierta, de par en par, de par en par, temblan estos rincones en aquel salón.

Siento tu mano tibia que palma a palmo besa mi piel y tus brazos me enredan hoy como ayer, en este nuevo día vuelvo a creer.

Vente conmigo al puerto que hay una barca en el malecón con tu nombre pintado secando al sol con tu mano grabada junto al timón.

Sabes que te quería como a nada, que seguía tus pasos, tu camino acumuló en celo desde mi hogar con la puerta abierta, de par en par, de par en par.

Que tenía en penumbra nuestro rincón en aquel salón con tus cubiertos y tu canción y con tus flores en el jarrón.

Quiero abrazarte tanto con mis sentidos, con tanto amor que no haya más sonido que nuestra voz y mi cuerpo en el tuyo continuación.

Y andaré a la tierra como un romero buscando a un dios y tendré tu regazo, tu comprensión, una casa pequeña para los dos.

Sabes que te quiero como a nada, que seguía tus pasos, tu camino acumuló en celo desde mi hogar con la puerta abierta, de par en par, de par en par.

Que tenía en penumbra nuestro rincón en aquel salón con tus cubiertos y tu canción y con tus flores en el tuyo continuación.