La Coctelera 10-03-25 3e1tj

Comienza la coctelera de Radio Buñol y su centésimo nonagésimo quinto capítulo.

Llevamos 195 capítulos. Soy Pepe Abarques y está conmigo Rodrigo Puché al mando de la técnica. Saludos y abrazos para todos los afectados por la dana.

Vaya humillación tan cruel que le han infligido a Zelensky, presidente de Ucrania. Alguien que haya condenado, criticado y exigido a Putin finalizar su guerra, que ha costado cientos de miles de vidas hasta ahora, no puede más que sentirse cabreado e impotente cuando ve el espectáculo vergonzoso de la reunión Trump-Zelensky en la Casa Blanca. ¿Qué sólo se debe haber sentido Zelensky durante la semana pasada? Aunque le hayan dado abrazos de oso, sobre todo de un presidente de altura.

Ningún dirigente ni partido progresista ha formulado la más mínima protesta por las formas y maneras de los americanos. Y es que los partidos políticos que se dicen progresistas tienen un perfil con estos rasgos más significativos. Son sociales. Les mueve el bien común. Serían perfectos si el dinero que financia sus sueños fuera ilimitado.

Defienden la diversidad y la igualdad de sexos. Asocian ser progresista con ser de izquierdas, cuando no comunistas. Practican el buenismo. Son antivelicistas. También son mentirosos, derrochadores, cínicos. Les gusta poner impuestos. Son autócratas y les gusta controlar todo. También pueden ser corruptos. No son nada autocríticos. Son narcisistas, porque la mayor parte de lo que hacen es puro teatro.

Se creen los mejores del mundo y además piensan que quienes les escuchan son tontos. Pues bien, analizando los últimos 14 meses de la vida política española, se puede confirmar que el PSOE es un partido que encaja perfectamente en el perfil de partido progresista. No hay más que ver cómo actúan el presidente de gobierno, sus vicepresidentas y los principales ministros del PSOE. Y además pactan cosas anticonstitucionales con un partido de la fachosfera.

Arrancamos la música de hoy con la canción Prove You Wrong. Demostraré que te equivocas. Cantada por Sheryl Crow con la colaboración de Steve Nix y Maren Morris. Una pareja se separa. El hombre siempre pensó que ella se quedaría triste, deprimida y afligida, además de que no volvería a encontrar a otro como él. Ella le contesta mentalmente que no le va a costar mucho tiempo demostrar que él está equivocado.