Claves para el desarrollo emocional infantil, con Álex Rovira 2j1g3f

Crecer con cuentos, un podcast de mi cuento. Bienvenidas y bienvenidos a Crecer con cuentos, una iniciativa de mi cuento. En el capítulo de hoy nos acompaña Alex Roira, reconocido autor y conferenciante para presentarnos su nueva colección infantil escrita junto a s Miralles, El superpoder de ser tú, una serie de cuentos que invitan a los más pequeños a emprender un viaje emocional por el espacio de la mano de Carla y un gato fosforescente para descubrir seis planetas llenos de sabiduría emocional. Una conversación inspiradora sobre cómo enseñar a los niños a cultivar su autoestima, gestionar sus emociones y descubrir la fuerza de ser uno mismo de la mano de Muriel Bourgeois, cofundadora de mi cuento. Bienvenidos a un episodio más de Crecer con cuentos. Hoy tenemos la suerte de estar con Alex Roira, yo creo que tenemos el placer de escuchar no sólo a un experto en liderazgo sino sobre todo un gran gran escritor y que de hecho Alex has escrito más de 20 libros, ¿es así? Hasta la fecha sí.

Qué maravilla, pues nada, bienvenido, bienvenido hoy a nuestro podcast. Un placer. Quería empezar con una primera pregunta y es ¿quién es Alex Roira? Siempre cuando me hacéis esta pregunta tan cariñosamente digo no me corresponde a mí definirme, no sabría decirte porque creo que las definiciones corresponden más a las personas que te conocen, que te quieren y con quien interactúas habitualmente. Yo creo que somos, si yo tuviera que definirme de alguna manera me definiría como un proceso constantemente vivo, más o menos que pretende ser consciente y en un aprendizaje constante, pero me vivo más como un proceso que como algo fijo. Creo que todos los seres humanos somos aprendizaje, luz, consciencia en proceso. Alex, ¿cómo fue que te dedicaste a escribir? ¿Cómo fue ese camino? Porque yo creo que es un camino, ¿no? Es un camino realmente como, es un encontrar, un encontrar, un encontrarse como para realmente ponerse a escribir, a transmitir aquello que uno también está experimentando. Me encantaría compartir ese camino en tu caso. Siempre me gustó escribir, Muriel.

Ya de muy pequeño escribía. Escribía cuentos, escribía poesía, escribía ensayo, es decir, yo supe que se llamaba ensayo luego, pero me gustaba tomar ideas. Me gustaba mucho leer y escribir. Tuve la gran suerte de tener un padre, Gabriel Rovira Ibañez, que fue una gran persona y muy inspirador porque fue un hombre hijo de la guerra civil y un gran buscador de conocimiento y de cultura. Él se hacía importar libros de Argentina en la época en la que muchos libros en España estaban prohibidos porque eran libros de filosofía o de psicología o de espiritualidad que no se encontraban aquí y en casa siempre había muchos libros. Yo recuerdo la mesa de noche de mi padre, la mesita de noche llena de libros arriba y llena de pilares abajo porque él aprovechaba para leer antes de ir a dormir y esa imagen de ir a dar las buenas noches a los padres, a la madre y el padre, y ver al padre siempre con el libro así estirado y ver los libros. Cuando eres pequeño te impacta.

A mí me impactaba mucho ir a darle el beso y encontrarme con una pila que era tan alta como y con varias pilas que eran tan altas, muy bien ordenadas, muy bien puestas siempre. Pero tuve esa gran suerte y de pequeño fui muy locuaz, muy tempranamente locuaz. Hablé así como me costó andar, caminar. Al parecer articulaba la palabra con bastante facilidad ya de bastante pequeño. Pero yo nunca, yo en realidad, fíjate que he escrito libros pero no me considero escritor, no soy un escritor de oficio. Yo los libros los he escrito por tres motivos. El primer motivo han sido expresiones que han sido publicadas de procesos internos. Mi primer libro, La brújula interior, eran en su origen ideas que nacieron a partir de una serie de circunstancias personales, afortunadas y desafortunadas. Y de ahí salió el primer libro, que un amigo leyó las ideas en bruto y dijo, esto yo puedo hacer que te lo publiquen y creo que puede tener su público y así fue. Otras veces es porque como he viajado mucho aprovechaba los desplazamientos, los aviones, los trenes, los hoteles, los taxis en los que me llevaban para sacar la libreta y apuntar.