El cielo inalcanzable. Capítulo 6: La historia de Arganda, El precio del amor y En busca de un espadachín 5d7049

En capítulos anteriores gaspar de flandes y ha vuelto los documentos en casa decidle a vuestro señor que la entrega se retrasa no ha de gustar dar respuesta a quien nobles en sevilla cómo se llama el lugar es un lugar concurrido que lo dirige don pablo de quien me hablaron un amigo no te morirás gonzalo de hambre mientras yo esté vivo bésame fuerte otra vez dime que hacer el amor no será una insensatez y pues me matan los celos y ella sacia sus anhelos sufren carnes sus engaños justo aquí hay hospedaje que llaman el de don pablos escuchan claro hablo donde se vio á tal bellaco la venta de don pablo de madrid si todo al diablo el cielo inalcanzable guión y dirección de josé maría claver esteban una producción de letras insólitas capítulo sexto posada de don pablo madrid catalina estaba sentada solo en una mesa tomando una jarra de vino diversos parroquianos de todo tipo se habían dado cita allí jacques busconas rufianes viajeros al fondo junto al fogón en un lugar apartado se encontraba el capitán valdés gustavo entró en la posada y tras mirar a su alrededor se dirigió hacia catalina os decidisteis por fin hombre no tengais reparo repleto está de viajeros lugares este de paso más diligente os los trastes hice el otro día sí cuando os conocí en los jardines parecía contrariado a punto estuvisteis de compartir conmigo algo más de fat mudaste y presto y os fuisteis así apurado no sin que yo os diera cita para vernos en este antro te evita tu mujercita no te deja darle abrazos ni caricias tímido eres levanta dame la mano ya que hoy vas a conocer el octavo cielo papos catalina tras entregar una moneda don pablo subió con gustavo las escaleras que conducían a las habitaciones superiores la luz de una bujía se encendió dibujando sus siluetas mientras se entregaban al amor poco después entró en la posada juan sancho regidor de la villa de aranda quien buscó con la mirada hasta localizar finalmente al capitán valdez ambos se abrazaron la historia de arganda de capitán amigo que gozo veros juan sancho otra vez aquí en españa cuántos días llevo varios ha sido un largo camino de vigo vine a caballo me alojo en esta posada la guerra nos ha tratado demasiado mal ya veis o sí amigo asomando la juventud de la mi pelo empieza cercano y mi mocedad perdió se entre la sangre y el barro flandes es un matadero un pozo de desengaños una herida tumefacta cuya gangrena ha enfermado a todo el resto del cuerpo para que seguir hablando muy desengañados notó la guerra nos vuelve extraños con nosotros mismos cierto ambos permanecieron pensativos por unos instantes en silencio recibí vuestro recado me pareció un tanto insólito y mi vuelta ha retrasado prisa debéis de tener de hablar en tan apartado refugio mas decidme antes como os encontráis juan sancho muy melancólicos veo algo afligido y turbado las cosas del consistorio no van bien notó el cansancio en vuestros vivaces ojos qué os ocurre estáis muy pálido diría que de la guerra venís vos y no yo en cambio de algo parecido estoy preocupado que aunque no hay guerra en arganda pleito hay litigio altercado por las señales barrunto que hay que tocar a rebato explice buen amigo que ha ocurrido en este lapso de estado luchando en flandes