Charlando sobre: Zen BDSM "Más allá de lo físico" 5o6k1c

Iniciamos hoy una exploración. La verdad es que fascinante. Vamos a meternos con una visión del BDSM que está dando mucho que hablar.

Sí, viene de un autor español además. Una figura bastante reconocida, ¿no? Exacto. Y su idea central, que es lo que vamos a ver en los textos que tenemos, es rompedora.

Mezclar la intensidad física del BDSM de siempre con dimensiones más energéticas, con inspiración de filosofías como el zen, que eso ya de por sí es llamativo.

Totalmente. Vamos a usar estos extractos para desgranar un poco esta propuesta, que plantea como una evolución del BDSM. No es solo lo físico.

No, no, busca ir más allá.

Claro, busca como una transformación, un autodescubrimiento más profundo, ¿no? Y para eso integra cosas como la cromoterapia, aromaterapia, musicoterapia, meditación, y prestar mucha atención a los cinco sentidos.

Suena denso, pero la clave, según parece desprenderse de los textos, es la intención. La intención y la atención plena. Ese enfoque zen invita a estar ahí, completamente presentes en el momento. Y eso, claro, no solo intensifica la experiencia BDSM.

La lleva a otro nivel, supongo.

Pues sí, o al menos busca crear un espacio casi sagrado, dice, donde la energía pueda fluir entre la pareja dominante y sumisa.

Ojo, no es quitar lo físico.

No, no, es añadirle capas.

Exacto, enriquecerlo, darle otro significado. Y profundiza en conceptos como los chakras, ¿sabes? Estos centros energéticos.

Sí, eso me pareció muy curioso. ¿Cómo lo conecta? Pues mira, relaciona la seguridad que se asocia al chakra raíz o la expresión del poder personal del plexo solar con la propia dinámica de ese.

Vaya.

Y también explora otras prácticas. Visualizaciones guiadas, sentir esa transferencia de energía, igual con el tacto o la mirada, e incluso usar sonidos muy concretos para potenciar esa conexión.

Dios, qué interesante. ¿Y la parte sensorial? Esa sí que la detalla un montón, ¿verdad? Muchísimo.

Habla de usar aromas específicos, ¿no? Como lavanda para calmar, o jugar con los colores de la luz, o en la ropa.

La cromoterapia, sí.

Y la música, claro, seleccionada con cuidado musicoterapia, para influir en el estado emocional o físico. Incluso terapia de sonido para crear ambientes.

Es que el énfasis está puesto ahí, en estimular conscientemente los cinco sentidos.

La vista, cuidar la luz o usar vendas. El oído, la voz, la música, el silencio.

Todo intencionado.

El tacto, imagino que ahí entran las herramientas.

Claro. Texturas, temperaturas. Y sí, herramientas.

Menciona desde paletas hasta la rueda Wantenberg, esa ruedillita con puntas para la piel.

El gusto también, con alimentos o bebidas. Y el olfato. Aceites, inciensos.

Y las herramientas más típicas, como pinzas, mordazas o cerale bajo punto de fusión.

También las reinterpreta.

Sí, las mira desde esa perspectiva sensorial y energética.

Pero claro, insiste muchísimo en que todo esto necesita preparar bien el espacio.

Y sobre todo una comunicación y un consentimiento, vamos, impecables.

Es que eso es fundamental siempre, pero aquí más, ¿no? Porque parece más complejo.

Desde luego.

Habla mucho de la comunicación previa, definir roles, límites súper claros, gustos, fantasías.

Le llama playlist a ese concepto, me hizo gracia.

Sí, es una forma de visualizarlo.

Y recalca lo de las palabras de seguridad, por supuesto, y el metaconsenso en relaciones de confianza, como un acuerdo más global sobre hacia dónde va la dinámica.

Sugiere que esta práctica puede revitalizar a parejas muy distintas, ¿eh? Desde gente nueva hasta parejas que buscan, bueno, reavivar un poco la llama.

Y la meditación previa y el aftercare.

El cuidado posterior fundamental.

Eso es.

Al final es una visión muy holística, ¿sabes? La idea es transformar la sesión BDCM en un ritual, un ritual de conexión profunda.

Que no sea solo un juego físico de poder.

Exacto, que sea más como una meditación activa.

Los textos sugieren que al afrontar sensaciones intensas con esa tensión plena del zen, se pueden alcanzar estados alterados de conciencia, crecimiento personal.

Wow.

Aceptar lo que se siente, sea lo que sea, con plena conciencia.

Entonces, resumiendo un poco lo que hemos visto hoy, esta es una invitación a ver el BDSM no solo como ese intercambio de poder físico que conocemos.

No.

Sino como una vía de exploración, pues eso, energética, sensorial, incluso espiritual.

Una fusión que quiere ir más allá de lo convencional.

La idea central es esa evolución, sí.

Coger la práctica que ya existe y, bueno, enriquecerla.

Añadirle capas de significado, de conexión.