Caso Monedero: asignaturas pendientes (CARNE CRUDA #1474) 46533o

¿Va usted a poner la guillotina en la puerta del sol? Pues sí señor, la guillotina, la guillotina.

No voy a seguir toda mi vida escribiendo panfletos y desporticando contra los bolbones.

Sí señor, la guillotina, la reina.

Zaz, guillotina, los chulos de la reina.

Zaz, guillotina, los chulos del rey.

Zaz, guillotina, los ministros.

Zaz, guillotina, los obispos que los rodean.

Guillotina, guillotina, guillotina, guillotina.

Todo guillotinado, sí señor, la guillotina.

¿Ha terminado usted? Sí señor.

Vamos a comer.

Hace unas semanas, la influencer Raquel Gando anunció en redes que tenía información comprometida sobre un dirigente de Podemos para la que había buscado sin éxito un medio de izquierdas que la publicase porque era mucho más grave que el caso Errejón, sobre el que ella ha repetido en redes, prensa y televisión que fue un linchamiento orquestado por Fallarás y Podemos sin darle opción a defenderse.

Nos pusimos en o con ella y nos hizo llegar el material, aunque afirmaba no tener dudas de que se lo pasaríamos a Podemos para ponerles sobreaviso.

Por supuesto no lo hicimos.

El mail contenía un chat y unos audios privados de WhatsApp de ella con dos ex colaboradores de CanalRED, Sergio Gregory y Aime Roman, en los que hablaban de presuntas agresiones de monedero a mujeres y de una víctima que no quería denunciar.

Después de que Gregory me confirmase que ninguno de ellos autorizaba la difusión, escribimos a Gando para decirle que no podemos exponer a una víctima ni unos comentarios privados contra la voluntad de los implicados.

Días después se publica todo en ABC, sin consultar a los afectados, sin corroborar el relato con otras fuentes, sin hacer periodismo.

El periodismo que lleva tiempo a hacer, que nosotros no hemos podido concluir en tan pocos días, pero que sí ha concluido el diario punto es, investigando desde noviembre no este material, sino otras denuncias sobre monedero al que Gando ha expuesto al linchamiento que criticó.

De hecho le ha pedido perdón en redes, aunque dice haber actuado por una buena causa, para poner fin al terrorismo inquisitorial de Podemos en nombre del feminismo.

En nombre del feminismo ha expuesto a personas y a la presunta víctima sin su consentimiento y ha desvelado la identidad del político.

No fue así en el caso Rejón, en el que él mismo dimite y su partido lo acepta, dando por ciertos los comportamientos inadecuados que después investigaciones periodísticas corroboran.

Periodismo no es publicar rumores, sino contrastarlos para convertirlos en información veraz.

Periodismo es hacer preguntas, como las que tenemos, a las respuestas que ha dado Podemos.

Llegó la primera denuncia en 2016 a la dirección de Podemos pero no se hizo nada, como dicen tres personas implicadas.

¿Por qué la única contestación que obtuvieron fue que solo se podía actuar si se denunciaba a la policía o tribunales cuando la víctima había expresado que no quería hacerlo para no exponerse? ¿Es cierto, como dice una de esas fuentes, que la orden fue que el asunto se tratara sin que hiciera ruido para que no saliera de allí y no perjudicara? ¿Y apartaron a Monedero por las denuncias de 2023 o por las diferencias políticas, que es lo que anunció él? ¿Es verosímil decir que apartas a Monedero del partido por agresiones pero que Joné Velarra le despida diciendo en un tuit, muchas gracias por tu incansable trabajo, seguimos peleando juntos? ¿Por qué hasta tres meses después Monedero seguía participando en un chat orgánico y en actos del partido? ¿Y por qué cuatro meses después, otra vez, Velarra salió al paso de un bulo contra Monedero con otro tuit en el que él enviaba un fuerte abrazo? ¿Es coherente con la protección de las víctimas mandar abrazos y elogios a una persona a la que dices haber apartado por presuntas agresiones? ¿Qué mensaje envías a las denunciantes? Todas estas dudas no nos hacen dudar de los logros feministas de Podemos.

No invalidan la ley del solo sí es sí ni la ley trans, como intenta hacer creer la derecha que pacta con los que niega la violencia de género y se opone a las leyes que protegen a las mujeres.

Por eso a ellos no les salen casos, no es creíble que no los haya, pero sí que no los investiga.

La izquierda tiene que dar ejemplo, pero la derecha no puede dar lecciones de feminismo.