El cartelito olvidado 576o5

Bienvenidos a un nuevo episodio de No sé bailar, pero aquí estoy. Hoy quiero hablarte del típico e irrelevante cartel de la misión de la empresa colgado en la pared. En la pared del fondo, claro. Nuestra misión es… bla, bla, bla. Lo mismo lees las primeras líneas. Bueno, si has llegado al final de la interminable perorata, enhorabuena. Eres todo un curioso.

Carteles que muchas veces suenan falsos y alejados de la realidad. Como el de ese restaurante tan bonito que dice «la mejor comida de la ciudad, pero vaya que sirve platos fríos y sin sabor». O la tienda online que te promete «envíos en 24 horas, pero luego tardan una semana en entregar». O el gimnasio que está enfrente de tu casa y que anuncia «monitores expertos».

Y cuando estás allí, te das cuenta que tienen menos experiencia que Messi en el curling. Las palabras vacías no construyen negocios exitosos. La clave está en la acción. Y es que la diferencia entre creer en algo y hacerlo y simplemente decirlo, es abismal. Ten presente que tus clientes no son tontos. Faltaría más. Un poco de respeto.

Enseguida detectan si eres auténtico o no. No necesitan declaraciones vagas de misión y de servicios de calidad colgados de forma pomposa en la pared. Solo quieren experiencias que respalden tus promesas tan sencillo. Así que menos palabrería y más acción.

Defender algo no se limita a ponerlo en un papel y colgarlo en una pared olvidada.

Gracias de nuevo por acompañarme en esta nueva edición de «No sé bailar, pero aquí estoy».

Si este episodio te ha ayudado o conoces a alguien que necesite escuchar estas palabras, compártelo con ellos. Ah, y no olvides, si tienes sugerencias para futuros episodios, me lo puedes decir. Nos vemos en el próximo. Lo mismo en lugar de escucharlo, lo lees en un cartelito.