
Capítulo #67 - L’hiver est assis sur un banc, de Margaret Dunlap 113p42
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Capítulo #67 de Las Escritorias de Urras Relato: "L’hiver est assis sur un banc", de Margaret Dunlap. Narrado por: Eleazar Herrera. Editoras: Maielis González y Sofía Barker Edición sonora: Rafa Escalona Ilustradora: Jennifer Ancízar Puedes leer el relato completo y la biografía de la autora aquí: https://escritorasdeurras.blogspot.com/2023/02/capitulo-67-lhiver-est-assis-sur-un.html 1v481j
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Live taxis namba por margaret don en agradecimiento a ella expresa invierno está sentada en un banco no la perciben las personas que pasan frente a ella los niños que juegan los pájaros que vuelan de un árbol a otro lado ignoran como si no fuera más destacable que un hombre con gafas vestido con un traje gris hierve de rabia pero no puede moverse cada día el sol se alza un poco más alto un poco más caliente y en huye partes de su carne helada esta tan fija en su lugar como lo está el sol en su trayectoria pero que la danza eterna de los cielos sea inevitable no significa que ella lo acepte con elegancia invierno cada año llega más tarde primavera llega antes su tiempo mengua mientras el de su hermano verano me dura pero todavía queda algo de frío en el mundo y mientras su corazón herido permanezca helado en su pecho perseverar a la ira puede carta blanca el odio es frío incidió so no lo suficientemente frío sin embargo gracias al extemporánea cambio de estación su envoltura vital casi ha desaparecido parece una muñeca de nieve que algo en construyó sobre este banco como un proyecto artístico efímero puede que como un comentario sobre la frecuencia del servicio de autobuses en esta ruta en las afueras hace una semana su pelo era una cascada de ébano que fluía más allá de sus hombros ahora es yerba muerta aplastado contra un cuero cabelludo glacial su pecho derecho el que mira el sureste ha desaparecido el tórax que hay debajo apenas es con cabo su pelvis permanece incrustada entre los listón es de madera pero entre ella y los restos de sus muslos su mirada avanza hasta el sur hola embarrado bajo el banco sus brazos ha menguado hasta formar témpanos que cuelgan de cada hombro el derecho apenas llega a la parte inferior de sus costillas pero al izquierdo a la sombra del resto del cuerpo le va un poco mejor el muñón de una muñeca hasta tentadora mente acerca de la parte superior de su pierna si lograr alcanzar la pierna podría sacrificar el extremo de su brazo para recolectar su pierna el torso una vez esté bajo su control podría utilizarla para incorporarse y balancear se lo suficiente como para sentarse sobre la otra también no será bonito de ver pero la belleza no es necesaria lo único que necesita estar de pie para cuando llegue el autobús si está de pie podrá a subirse a él se subirá la parte de atrás oculta por la salida de las criadas las cocineras y las niñeras que descienden aquí para caminar el último kilómetro hasta las casas donde se pasan los días creando los hogares de otros una vez a bordo su pelo seco y lacio y sus proporciones a cortadas significará que nadie se negara cederle un asiento junto a la puerta trasera reservada para los ancianos y los enfermos donde el frío del exterior la protegerá del calor asfixiante que se expande desde el motor nadie mirar a su figura encorvada y deforme más de un instante parece que los humanos creen que la enfermedad y la muerte son algo que puede contagiarse con la mirada aunque lo cierto es que se contagiaran miren o no a los humanos se les da bien ver lo que esperan ver los que viajan al trabajo no percibe eran su verdadera naturaleza mientras esté allí sentada con ellos tampoco lo harán los padres que riñen la sus herederos envueltas en abrigos de camino a la guardería los niños los niños tienen menos expectativas captar las cosas que los adultos no perciben pero eso tiene sus propias ventajas los niños verán su verdadera necesidad incluso aunque esté alojada en el cadáver en descomposición de su velada figura los niños pueden ser muy útiles podrá seguirles cuando se extiendan del autobús hasta el patio de la guardería allí todavía habrá nieve bajo las ramas extendidas de un roble
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