Capítulo 15 3o6g5v

Epílogo. Sam intentaba escudriñar en la oscuridad, nerviosa. Dylan debería haber vuelto una hora antes. A pesar de que conocía muy bien Budieri, no podía evitar sentirse preocupada. Aunque pasaban la mayor parte del tiempo allí, Sam sabía que en el campo, de noche, había multitud de peligros hábilmente ocultos. Apartándose de la ventana, decidió prepararse un té mientras esperaba a su marido.

Su marido. Incluso después de un año, la idea de que Dylan Harmon fuera enteramente suyo la hacía sonreír, y ponerse colorada al mismo tiempo. Se habían casado allí, en Budieri, rodeados por su familia, en una boda íntima, como ambos querían. Ella seguía siendo su ayudante personal, aunque algunas tareas en la descripción de su trabajo eran más personales que otras.

Y a Sam le encantaban todas. Suspirando, salió a la terraza y se sentó en su mecedora favorita. Por la noche, en Budieri, hacía mucho frío y acuella no iba a ser diferente. Mejor para dormir abrazado a alguien. Sam recordó las palabras de Dylan deseando que apareciese. Cuando se terminó el té, empezó a mecerse suavemente intentando calmarse. «Despierta, bella durmiente.

Hora de darle a tu marido la bienvenida que se merece». Sam saltó cuando Dylan la besó en los labios. Se había quedado dormida sin darse cuenta. Lo abrazó disfrutando del calor de su cuerpo, respirando su olor, una mezcla de sudor masculino, caballo y puro Dylan Harmon. «¿Dónde has estado?». Él le apartó un rizo de la cara. «Trabajando.

Ya sabes lo que hago para ganarme la vida. ¿Me has echado de menos? Ven aquí, tonto», murmuró Sam buscando sus labios con una emoción que ahora reconocía como verdadero amor. «Esto es lo que yo llamo una bienvenida», murmuró él apretándola contra su corazón. «Quédate conmigo y llegarás muy lejos». «¿Así?».

Ella asintió con la cabeza. «¿Crees que podrás soportar estar casado con una princesa?» Era una pregunta con la que solían bromear a menudo y cuya respuesta conocía bien. «Contigo a mi lado, princesa, puedo soportarlo todo». Luego, Dylan la tomó en sus brazos y la llevó dentro para demostrárselo.