Cap. 275 (El corazón rebelde) 2g144n

GIGANTES PODCAST, BALONCESTO HABLADO Andrés, vaya playoffs estamos viendo. Si fuéramos hoy por ellos, hacer una especie de cuadro general, te juro que no sabría ni por dónde empezar.

Siempre acaban sorprendiéndote. Siempre acaban sorprendiéndote, Gonzalo. Si no es de un modo es de otro, pero ¿quién habría pensado que, por ejemplo, veríamos arrancar unas semifinales de conferencia, además con tres favoritos tan marcados como había, con seis triunfos visitantes seguidos? Era de no creer, es algo que no tenía precedentes, por supuesto.

Estaba viviendo absolutamente de todo en las eliminatorias, gloria de grandes remontadas, drama por sufrirlas, por supuesto, tragedia por lesiones de grandes figuras, historias de decepción, otras tantas de ilusión. Lo que no cabe duda es que son el mejor momento del año los playoffs y déjame recordarlo, Gonzalo, generan tanto, tanto contenido y a tantos niveles distintos que nunca pueden desempeñarse.

No, y que además, después de toda la batalla, vamos un año más a unas finales que no habíamos visto.

Exacto.

Hasta ahora. Andrés, los Pacers ya venían avisando, ya venían avisando uno de los equipos más divertidos de ver en su versión óptima.

Sin duda.

Un año más por estas fechas. Vamos a tocarlos, pero va a ser inevitable recaer por un jugador que aquí ya tuvo su programa, el genio de Halliburton, porque sigue siendo a fin de cuentas el núcleo, el alma de un equipo sorprendente, de ese equipo que sigue manejando ese doble de poder, de imponer su ritmo mientras distorsiona el guión del rival.

Muy importante.

Hemos visto cinco titulares por encima de los 14 puntos, que es algo que no veíamos en los últimos 40 años. Vamos a ver, a mitad de enero, más o menos creo que era, había una pieza de Baze y de Amick que titulaban, es que explica parte de lo que hemos visto esta temporada, Tyrese supo de los haters y ahora él y los Pacers casi tienen que agradecerlo.

Empezó la pieza por un clásico, que es la negatividad eterna de las redes sociales, que hay que insistir siempre que podamos que es el ecosistema con el que tienen que convivir los jugadores de hoy y ninguna otra generación del pasado. Y arrancaba diciendo, los atletas de hoy van tan inundados con críticas del barrizal anónimo que una buena parte de ellos se ha borrado y la otra ha aprendido a rechazarlo. Y si les afecta decían, rara vez lo iten públicamente. El acoso extrae su poder de que sus víctimas reconozcan sufrirlo, pero somos humanos, somos vulnerables. Porque en un momento dado, Halliburton te puede decir, mira, yo hace tiempo que ya he olvidado las redes.

Bueno, ¿qué haces que te llevas el móvil al baño? Es un poco eso. Tú hablas con Halliburton y aunque no te lo diga, tú sabes que su primer mes de competición fue el peor de su vida. Claro, cuando vienes de haber estallado en algún momento anterior, cuando te han subido a los altares, ocurre que luego aspiran, igual de rápido, a hacerte caer, cosa que estuvieron cerca de conseguir. Él dice que quedé demasiado atrapado en el ruido exterior, empecé a tener pensamientos negativos sobre mí internamente y por primera vez en mi vida empecé a dudar de lo que hacía. Esto lo contamos en el programa de las narrativas, Gonzalo, la necesidad de hacerte elevar y la rapidez en la que luego te hacen caer.

La cantidad de ejemplos que siempre deja una edición de Playoffs. Es una especie de, fíjate, en un profesional tan brillante, de sufrir en un momento determinado el síndrome del impostor.

Y aclarar además que yo estuviera fracasando es una cosa y que yo estuviera haciendo fracasar al equipo otra. Eso fue lo peor. Que algunos partidos que tuvimos oportunidad de ganar, yo sentía la culpa de estar alejando al equipo de la victoria.

Los peces llevaban Gonzalo desde 2014 sin pisar finales de conferencia, hasta que lo hacen el año pasado, yo diría que contra todo pronóstico. Sobre todo sorpresa aquello porque se logra en mayo y su mejor baloncesto lo vimos mucho mucho antes, cuando Halliburton estaba sano, estaba sano de verdad y no obligado entre comillas a regresar antes de tiempo de aquella lesión muscular que acaba lastrándole durante meses. Esa era una sombra ya de Halliburton. Los peces acaban barridos ante los Celtics con su estrella, con Halliburton perdiéndose en la mitad.